_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La mala fe de Telefónica

Soy el tutor legal de mi hermano, un anciano de 62 años con una minusvalía del 65%, quien disfrutaba de un abono social de Telefónica por el que ésta le dispensaba del pago de la cuota bimestral por disposición de línea.Hace aproximadamente un año recibí una carta por la que Telefónica se disponía a efectuar una revisión de este abono. En ella se me solicitaba el envío de: fotocopia del DNI de mi hermano; certificado de empadronamiento, donde se hiciera constar que vivía solo; copia del certificado de minusvalía, y certificado de ingresos, advirtiendo de que no era válido ningún 'documento de banco o similar'. Cosas, todas ellas, de las que Telefónica ya disponía, pues, de otro modo, no le habría sido concedido el referido abono. Después del envío de todo lo requerido, incluyendo la notificación que suele enviar la Seguridad Social a todos los pensionistas, notificándoles el porcentaje anual de subida de la pensión y a cuánto ascenderá el total de ésta, pensando que, al no ser 'un documento de banco' y poder inferir de la misma la cuantía de la pensión, sería suficiente y cumpliría con lo solicitado. Pero no fue así; recibí una nueva carta notificándome que la documentación 'no estaba completa'.

Barruntándome que alguien estaba mareando la perdiz y preparándose una stock option sacando el dinero a quien no lo tiene (los que tienen no se dejan), desistí de volver a solicitar certificados de empadronamiento, DNI, etcétera, y reenviarlos para hacerle el juego.

Efectivamente, con fecha 20 de junio, le ha sido denegado el abono social que disfrutaba. Esto ha devenido en el pago de 44,75 euros, o sea, 7.745 pesetas por una sola llamada, de 14 segundos de duración, hecha por mi hermano, o tal vez por la señora que le plancha la ropa. Creo que huelga cualquier comentario, pero, con llamadas a este precio, no estoy dispuesto a sufragar stock options de nadie. Y esto lo digo, no por mover a compasión a ninguno, ya se sabe que las grandes compañías tienen por corazón una caja de caudales. Es sólo un aviso para que los que están disfrutando del abono social pongan sus barbas a remojar. Y vayan iniciando contacto, como ya he hecho yo, con Madritel.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_