ETA vuelve a golpear en Alicante y obliga a un gran despliegue policial
Otra amenaza de los terroristas obligó a un gran despliegue policial en la playa de Santa Pola
Cinco días después del atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Santa Pola, que costó dos vidas, y con el proceso para ilegalizar Batasuna en marcha, ETA volvió ayer a sembrar la angustia en la costa de Alicante. Al filo de las dos de la tarde, una bomba con cuatro kilogramos de explosivo estalló en una hamburguesería de Torrevieja. En esta ocasión no hubo daños personales porque los terroristas avisaron al diario Gara con una hora de antelación. Anunciaron también un segundo artefacto en la playa de Santa Pola. Tras horas de intenso rastreo, los artificieros no lograron localizar el supuesto artefacto.
Simultáneamente, varios miles de personas -unas 5.000, según estimaciones del Ayuntamiento- veían alteradas sus vacaciones por segunda vez esta semana en la localidad de Santa Pola. Tras el aviso de los etarras, la Guardia Civil acordonaba de inmediato los alrededores de la discoteca Elcano, en la Gran Playa. Tras el desalojo del barrio, efectivos de los Tedax comenzaron a rastrear la zona en busca de una carga explosiva. La operación se prolongó hasta última hora de la noche, sin que los artificieros, tras inspeccionar varios cientos de metros de arena, encontraran nada.