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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Ciudadanía andaluza

Dice el refrán que cuando el diablo no tiene nada que hacer, con el rabo mata moscas. Hace unos días, EL PAÍS nos contaba que el Partido Andalucísta ha inventado una especia de tarjeta, con forma de pasaporte, llamada 'Carta de Ciudadanía Andaluza' (sic), para ser repartida entre los extranjeros que viven en Andalucía, sin duda con la intención de que no se sientan como los sin papeles, ya que, con ese papel, presentan pruebas de que son andaluces, nada menos, aunque sean de pacotilla, con lo cual podrían viajar seguros y orgullosos por el mundo, 'y probar que han asumido como propias la cultura y el modo del vida del Pueblo Andaluz' (resic). Es decir, que el extranjero que habita entre nosotros ya está inmerso en auténtica y gloriosa cultura andaluza (flamenco, toros, penitontos de Semana Santa, tambor rociero, que son el sota, caballo y rey de nuestra maravillosa cultura ancestral) y modo de vida andaluza (levantarse a las 10, llenar los bares todo el día, ir a las corridas, hablar a gritos, hacer fiesta 50 días al año...).

También recientemente, el consejero de Turismo de la Junta, Antonio Ortega, del mismo Partido Andalucista, se fue a EE UU para hacer propaganda de Andalucía en aquellas lejanas tierras. Pasó unos jamones de contrabando por la frontera, ya que en USA no se permite la entrada a esta clase de productos, y, desplegando su glamour natural, el señor consejero organizó un acto para regalar botellitas de aceite de oliva y dar a probar el célebre jamón andaluz. Con esto, creyó atraer extranjeros para que vengan por aquí a pasar las vacaciones y soltar sus dólares.

No necesitaba el señor consejero tanta alforja para este viaje. No sé si sabrá que a los estadounidenses no les gusta el jamón serrano. Pues sí. Es como si los japoneses, pongo por caso, vinieran a mostrarnos a los españoles las excelencias del pescado crudo, típico de su gastronomía, que a ellos les sabe a gloria bendita, pero que a nosotros nos produce ganas de vomitar.

Se echa de menos, tanto en la Junta como en los partidos políticos, un auténtico afán de culturizar Andalucía, dentro del propio territorio andaluz, ¡menudo trabajo!, que buena falta hace. (Como prueba, la bochornosa programación de Canal Sur). En vez de dedicarse a inventar pintorescas tarjetitas de identidad y a realizar costosos viajes de promoción que no sirven para nada, y a propagar ridículos eslóganes publicitarios como ése de: ¡Andalucía imparable!

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