Silencio, fiestas, ¡acción!

Muchísima televisión, miles de fotografías, algunos buenos documentales, pero, más allá de haber sido el telón decorativo de alguna película, las fiestas de San Fermín están a falta de un filme de referencia que las abarque. Este año dos directores, Montxo Armendáriz e Iñaki Elizalde, y un joven realizador, Esteban Ullarra, son noticia en las fiestas. El primero, por haber recibido un cálido homenaje por su trayectoria. El segundo, autor de El olvido de la memoria o Pastenak, un cuento de Navidad, por trabajar en la grabación de un cortometraje sobre San Fermín. Y el último, por haber recibido los premios al mejor documental y mejor director debutante en el Festival internacional de cine independiente de Nueva York con su documental The runner.

'Creo que es muy difícil filmar los sanfermines en una película, salvo que se trate de un documental cinematográfico, un género del que existen cosas muy bien hechas', señala el director navarro Montxo Armendáriz. Uno de ellos, The runner, de 50 minutos de duración, rodado en lengua inglesa en 2001, recrea las vivencias festival de Joe Distler, uno de los más veteranos corredores de encierros estadounidenses. Esteban Ullarra ha cosechado dos importante premios con la cinta, que forma parte de una serie titulada Fiesta en la que se incluyen otros documentales sobre festejos españoles.

'En una película tienes que controlar muy bien los medios con los que estás haciendo la puesta en escena', explica Armendáriz, creador de Tasio, Secretos del corazón o Silencio roto. 'Y algo que tiene San Fermín', añade, 'es que es absolutamente impredecible, absolutamente espontáneo, una fiesta en la que todo el mundo está precisamente en la calle. Controlar eso es prácticamente imposible, con lo cual intentar introducir una película de ficción dentro de ese escenario natural es una aventura muy complicada'.

Nacido en Olleta, pero pamplonés de adopción, Armendáriz ha obtenido destacados premios internacionales pero, teniendo precisamente en casa una de las fiestas más universales, nunca se le ha pasado por la cabeza convertirla en el escenario de sus creaciones. 'A lo sumo un documental. Eso sí lo he pensado alguna vez. El gran problema de Pamplona en San Fermín es técnico ante todo, porque, como argumento, la fiesta sí tiene mucha materia que extraer cinematográficamente', afirma Armendáriz. 'Las películas que han intentado rodarse en San Fermín o sobre San Fermín lo que han hecho es recurrir a extras después e intentar repetir el ambiente de las fiestas. Y eso mismo es muy complicado'.

En los anales cinematográficos figuran cintas como La trastienda (1976), de Jorge Grau. Una película en la que un médico del Opus Dei se debatía entre la fidelidad a su esposa o la aventura con una enfermera interpretada por María José Cantudo, que ofreció el primer desnudo integral del postfranquismo. En 1980 Jesús Sastre rodó un largometraje titulado Porque llegaron las fiestas, a caballo entre la ficción y el planteamiento sociológico.

Hay también algún glorioso desatino, como ver a Billy Cristal en Cowboys de ciudad (1991) empitonado por un toro en un encierro... recreado en Nuevo Méjico. Nueva York. En Fiesta (1957), la recreación de la novela de Hemingway que dirigió Henry King con Tyrone Power, Ava Gardner, Errol Flynn, y Mel Ferrer, las secuencias sanfermineras fueron rodadas en la mexicana Morelia y luego se fusionaron con escenas de Pamplona.