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Un estudio de la Universidad de Granada relaciona el fracaso escolar con el consumo de alcohol por los jóvenes

Javier Arroyo

Un estudio realizado por especialistas del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, dependiente de la Universidad de Granada, pone en evidencia la estrecha relación entre el consumo de alcohol durante la adolescencia y el fracaso escolar. Según estudio, los jóvenes que consumen más de 150 gramos de alcohol a la semana (el equivalente a a una decena de latas de cerveza o a seis combinados de bebidas como el ron, ginebra o whisky) suspenden casi tres veces más que quienes no consumen alcohol.

Si la ingesta alcohólica supera los 225 gramos (esto, diez combinados o dieciseis latas de cerveza a la semana) el riesgo se multiplica por cuatro. Juan Llopis, uno de los especialistas que han participado en el estudio pone el límite un poco más bajo: 'A partir de un consumo de setenta y cinco gramos de alcohol a la semana, ya percibimos que hay una mayor cantidad de alumnos suspensos'.

El estudio, publicado hace algunos meses en la Revista de Estudios sobre el Alcohol, dependiente del Centro de Estudios sobre el Alcohol de la Universidad estatal de Nueva Jersey, en Estados Unidos, sólo deja constancia de esa asociación entre alcohol y bajo rendimiento académico pero no de qué circunstancia es el origen de la otra: 'El estudio no busca determinar si el abuso del alcohol determina unos malos resultados académicos o si, por el contrario, los malos resultados en los estudios llevan a los jóvenes a la bebida'. El profesor Llopis aclara que este trabajo ha sido realizado por nutricionistas y no por psicólogos.

El análisis de estos especialistas fue realizado en 1995 entre 1.602 estudiantes de secundaria de Granada, con edades comprendidas mayoritariamente entre 14 y 17 años tanto de institutos privados como públicos. De hecho, la muestra se refiere a ocho centros públicos y a once privados. Los datos, según el estudio, no muestran diferencias significativas según el tipo de centro. Sin embargo, sí parece claro que el riesgo de suspender es menor en chicas que en chicos y, en todo caso, más bajo cuando los estudiantes tienen menos de 16 años.

El método elegido para el estudio fue el de proporcionar a los estudiantes un cuestionario que ellos mismos debían rellenar sobre sus propios hábitos y frecuencia de consumo de alcohol. Las preguntas fueron respondidas por 861 chicas y 741 chicos.

Según otros datos ofrecidos por el Observatorio Español sobre las Drogas, dependiente del Ministerio del Interior, la edad en la que los jóvenes consumen alcohol por primera vez es a los 13,6 años; esta afición se convierte en un hábito semanal poco después, a los 14,8 años. Otros datos de esta institución indican que el 45% de los estudiantes reconocen que el consumo de 'cinco cañas o copas durante el fin de semana' puede provocar 'bastantes o muchos problemas'.

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