EA intenta aplazar al otoño la decisión de ir en coalición con el PNV a las elecciones
Eusko Alkartasuna no termina de decidirse ante el dilema de concurrir en coalición a las elecciones municipales y, de hacerlo, acompañado de quién.
En medio de este impasse en que se encuentra la formación dirigida por Begoña Errazti para ganar tiempo, poner nervioso al PNV y mejorar su posición en la negociación, han comenzado a surgir distintas voces, dentro y fuera del partido, que coinciden en apremiar a la dirección de EA para que inicie ya la negociación con el PNV y despeje cuanto antes esta incógnita.
Hace tiempo que el PNV se mostró dispuesto a repetir la experiencia que tan buenos resultados proporcionó a ambos partidos el 13-M. Y así lo expusieron en la única reunión sobre el tema que mantuvieron, en mayo, representantes de las ejecutivas nacionales de PNV y EA. Pero hasta ahora sólo han obtenido la callada por respuesta. Desde entonces la comisión ejecutiva del PNV ha remitido al menos dos comunicaciones por escrito a la ejecutiva de EA proponiendo el inicio de una negociación, sin que hayan tenido respuesta.
La preocupación que esta situación produce en el PNV la exponía ayer Xabier Arzalluz. En un artículo en Deia, destacaba la posibilidad de que ambos partidos no repitieran la coalición y advertía de que 'si EA decide ir en solitario, habrá triunfado la estrategia electoral de Mayor Oreja'.
Pero esta inquietud también existe en EA. El tema fue ampliamente debatido en la asamblea regional de Guipúzcoa, celebrada el pasado 24 de mayo. Este territorio, el que cuenta con una superior presencia electoral de EA, es mayoritariamente favorable a la coalición pero sus dirigentes de la línea crítica fueron apeados de la ejecutiva nacional en el congreso celebrado hace casi tres años.
El resultado del debate celebrado en esta asamblea regional de Guipúzcoa fue de 63 votos frente a ocho favorables a instar a la ejecutiva a que inicie cuanto antes las negociaciones para preparar la coalición. El argumento esgrimido consistía en la necesidad de articular un eje de liderazgo fuerte en el país que recupere la presencia institucional en puntos capitales como la diputación de Álava y las capitales vascas, y esto sólo se conseguiría mediante la coalición de ambos. Insistían, además, en que nada ha cambiado la situación política desde las últimas municipales ni desde el 13-M como para modificar una decisión tan importante. Pero tampoco han obtenido respuesta.
