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Comienzan a grabar 10 cámaras de vigilancia en el Museo al Aire Libre de la Castellana

Un policía municipal seguirá las imágenes en un monitor durante las 24 horas del día

Atención: quienes paseen por el Museo de Escultura al Aire Libre del paseo de la Castellana, bajo el puente de Eduardo Dato, serán observados por 10 cámaras de videovigilancia. Un policía municipal controlará día y noche las imágenes que graben las cámaras y que se recibirán en unos monitores instalados en un local montado bajo el puente. Durante el verano, el Ayuntamiento instalará otras dos cámaras más. El objetivo, impedir ataques a las 17 esculturas del museo. Ésta es la primera instalación autorizada en la región al amparo de la Ley de Videovigilancia de 1997.

Ocho placas informativas avisan desde ayer a los viandantes que pasen por el museo al aire libre de que están transitando por una zona vigilada por cámaras. Las placas, de color blanco y azul, tienen la imagen de una cámara y, debajo, una leyenda que reza: 'Museo al Aire Libre de la Castellana. Videovigilancia por la Policía Municipal'. Las 10 cámaras de videovigilancia, que son fijas, enfocan directamente a las 17 esculturas, que tienen un valor millonario. Las imágenes que captan las cámaras van a un puesto de control situado en un local, bajo el puente de Eduardo Dato, en él habrá un policía municipal día y noche.

'Ayer estuve aprendiendo cómo funciona el sistema', explicó ayer uno de los agentes que cubrirán ese puesto mientras tocaba los botones de los monitores y observaba las imágenes. 'Va a ser un trabajo un poco aburrido; estaré muy atento a lo que pase en el museo, pero también me traeré la radio o un libro', dijo. Este policía, del turno de mañana, es relevado a las tres de la tarde por otro agente. Por la noche tomará el relevo un tercer policía. 'Si hay un acto vandálico menor, por ejemplo, que alguien pintarrajee con un boli una escultura, el agente que esté de guardia saldrá a reprenderlo. Si el vandalismo es mayor, tendrá que avisar a la patrulla para que venga a ayudarle', explicó Sigfrido Herráez, edil de Rehabilitación Urbana, área de la que depende el museo.

Durante el verano, el Ayuntamiento montará dos cámaras más para completar la instalación. Una estará situada al otro lado del paseo de la Castellana, donde hay una escultura de Pablo Serrano, y otra en la calle de Serrano, encima del puente de Eduardo Dato, donde hay una obra del escultor Gustavo Torner. El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano (PP), acompañado, entre otros, por el concejal de Rehabilitación Urbana, Sigfrido Herráez, y la concejal de Policía Municipal, María Tardón, reinauguró ayer el museo, que ha permanecido un año en obras para restaurar las esculturas.

Pioneros en la región

La instalación de las cámaras de videovigilancia le ha costado al Ayuntamiento 150.000 euros. Desde la aprobación de la Ley de Videovigilancia, el 4 de agosto de 1997, es la primera vez que se instala en la región este tipo de vigilancia electrónica en la vía pública. Para instalar las cámaras, el Ayuntamiento solicitó permiso en agosto de 2000 al delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui. El permiso ha llegado casi dos años después, y para ello también han sido necesarias varias reuniones de la Comisión de Videovigilancia, que igualmente dio el visto bueno al sistema, aunque ha impuesto algunas restricciones. El delegado del Gobierno es quien tiene la facultad de autorizar o denegar, en virtud del preceptivo informe vinculante de la Comisión de Videovigilancia, el montaje de cámaras fijas en espacios públicos.

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La Comisión de Videovigilancia ha exigido al Consistorio que las cámaras no capten sonidos y que las grabaciones sean destruidas en el plazo de una semana, salvo que estén relacionadas con infracciones penales graves o muy graves. La destrucción será inmediata en el caso de grabaciones ilegales, entendiendo por tales las imágenes en las que aparezcan personas en actitudes que puedan afectar a su intimidad, por ejemplo, besándose o acariciándose.

El Ayuntamiento de Leganés ha pedido recientemente a la Delegación del Gobierno el permiso para instalar 12 cámaras de seguridad en los accesos a su casco antiguo. El objetivo es reducir el paso de coches por la zona peatonal y, además, impedir actos delictivos. La solicitud para esas cámaras, que no sólo grabarían a los vehículos, sino también a los peatones, está en tramitación.

MIGUEL GENER

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