Rusia revoca una ley que permitía vender tierras a los extranjeros
La Duma Estatal o cámara baja del Parlamento ruso ha revisado la Ley de Tierras que había aprobado en primera lectura el mes pasado e introdujo modificaciones sustanciales, entre las que destaca la prohibición a los extranjeros a comprar tierras de cultivo.
La ley que los parlamentarios habían aprobado el 16 de mayo pasado permitía la propiedad privada sobre la tierra, que había sido eliminada después de que los bolcheviques llegaran al poder. El nuevo texto incluso permitía a los extranjeros comprar tierras en Rusia. La nueva ley, impulsada por el Kremlin, era vista como una prueba del deseo del presidente Vladímir Putin de continuar las reformas económicas y acercar el ingreso de Rusia en la Organización Mundial de Comercio.
Pero poco duró el ánimo reformista en la agricultura. Las consideraciones coyunturales, de tipo electoral, pudieron más que la necesidad de continuar avanzando hacia una economía de mercado plena. Los diputados centristas del progubernamental Partido Popular fueron los principales impulsores de la enmienda para prohibir a los extranjeros la tenencia de tierras agrícolas.
Ante la masiva campaña organizada contra la venta de tierras a extranjeros, el mismo Putin dio marcha atrás. 'Comprendo y comparto la preocupación de quienes dicen que no hay que apresurarse en otorgar a los extranjeros el derecho a comprar tierras', declaró el presidente esta semana. Putin opinó que 'no hay necesidad' de vender suelos agrícolas a ciudadanos de otros países ni a personas jurídicas que tienen más de 50% de capital extranjero.
Como resultado, los diputados aprobaron una enmienda por la cual tanto los extranjeros como las firmas con más del 50% de capital no ruso sólo pueden ser arrendatarios de tierras, pero nunca propietarios. Los contratos de arriendo tendrán un máximo de 49 años. Otro punto fundamental que fue modificado se refiere a las restricciones que pueden imponer los parlamentos provinciales respecto al volumen de tierras que puede tener una persona en propiedad.
