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Mundial 2002 | Cuartos de final: España-Corea del Sur

La importancia de llamarse 'Laúl'

Diego Torres

Cualquier surcoreano sabe la importancia que tiene el jugador al que conocen como Laúl. En los estadios donde jugó España, cada vez que la pantalla gigante anunció su presencia con una foto, el público se comulgó en un solo grito: '¡Laúl, Laúl, Laúl...!'. Fue el delirio. La emoción que genera Raúl González no la provocan ni Hierro, ni Helguera, ni Morientes, ni ninguna otra estrella española en el Extremo Oriente. Se trata de una intuición popular que coincide con el relieve del futbolista dentro del equipo y que lleva a preguntarse por las consecuencias que podría tener su ausencia en el partido de hoy contra Corea.

Raúl sufrió un estiramiento en el aductor derecho durante el partido contra Irlanda del domingo pasado. El músculo, que se inserta en la ingle, no llegó a romperse, pero los estudios que le hicieron registraron algunas microrroturas que aconsejaban 12 días de recuperación. Ayer, sin embargo, Raúl hizo una prueba sobre el césped del estadio de Gwangju y dijo: 'Podría jugar'.

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Raúl es el jugador más carismático de la selección, su máximo goleador después de Hierro, su líder, su mayor estratega en el campo, el nexo con el banquillo, el ideólogo. Se diría que Raúl comprende el fútbol y la conducta de quienes lo juegan. Nada menos. En su inteligencia y en el desafío que para él supone esta Copa del Mundo -está obsesionado con el reconocimiento que supone ganarla- reside el valor de Raúl para la selección. El día que no tiene clara su participación, como hoy contra Corea, la incertidumbre que provoca es considerable.

Seguido de cerca por su fisioterapeuta personal, Pedro Chueca; por el traumatólogo de la selección, Genaro Borrás, y hasta por el propio Camacho, el delantero hizo ayer, al mediodía, todo tipo de ejercicios para comprobar la respuesta de su músculo dañado. Raúl hizo disparos suaves, corrió en línea recta, en zigzag, lateralmente, con balón y sin balón. Siempre lejos del resto de los jugadores y con el muslo derecho vendado. Al terminar el entrenamiento, Borrás comentó: 'La sesión ha sido satisfactoria porque no ha sentido molestias puntuales en el músculo, sino un dolor general en toda la pierna porque llevaba casi una semana sin correr. Si juega, correrá riesgos. Lo más que le puede suceder es una recaída y tener que parar otros 15 días. Pero estamos en los cuartos de final de un Mundial y ese riesgo se puede asumir'.

Camacho dijo el jueves que sólo pondrá a Raúl si está físicamente 'al ciento por ciento'. Ahora que Raúl se apunta a la partida y que el médico asume que no está completamente recuperado, es el propio Camacho el que se encuentra ante la encrucijada de cumplir o no con sus palabras.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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