_
_
_
_
_

CC OO critica la 'carrera' entre CiU y PP para expulsar inmigrantes

Rigol pide que las repatriaciones sean 'las mínimas posibles'

Enric Company

Los términos en que el presidente Jordi Pujol exigió el miércoles en el Parlament la expulsión de extranjeros en situación irregular han provocado el rechazo de Comisiones Obreras. El sindicato salió ayer al paso de la carrera abierta entre CiU y el PP para ver quién es más exigente en la expulsión de inmigrantes. CC OO calificó de 'injusto e inhumano' que se reclame la expulsión masiva de inmigrantes indocumentados sin abrir al mismo tiempo vías legales de entrada que funcionen bien. Este enfoque, entiende CC OO, 'fomenta el racismo'.

No son sólo los sindicalistas de CC OO quienes lamentan el enfoque con que algunos de los más destacados líderes políticos se refirieron a los problemas de la inmigración en el debate parlamentario. Incluso el presidente del Parlament, Joan Rigol, que dirigió el debate, se atrevió ayer a manifestar en una entrevista por Ràdio Barcelona una opinión matizadamente distinta de la expresada por su jefe de filas, Pujol. 'Yo procuraría que las expulsiones fueran las mínimas posibles', dijo, 'a fin de que quienes han venido a vivir aquí, aunque estén en situación ilegal, tengan un trato humano'.

Las expulsiones que exigieron Pujol y el presidente del PP, Alberto Fernández Díaz, son fruto, en opinión de CC OO, del fracaso del Gobierno español a la hora de establecer vías 'reales y ágiles' para fijar el cupo de trabajadores inmigrantes. Pero proporcionaron la excusa para el 'lamentable espectáculo' de la competencia entre los partidos de la derecha 'para reflejar las posiciones más duras' cuando, en realidad, la utilización por los trabajadores extranjeros de vías de entrada no reguladas legalmente es el resultado, según el sindicato, del 'fracaso del Contingente 2002 y de la inexistencia de mesas provinciales de contratación'.

La izquierda acusó al Gobierno de Aznar en el debate parlamentario de dar un tratamiento principalmente policial a los problemas de la inmigración. Pero Pujol, en cambio, consideró insuficiente la actuación policial del Gobierno central por haber expulsado solamente a 254 inmigrantes irregulares en 2001. A esta acusación replicó después el diputado del PP Alberto Fernández Díaz echando en cara al Gobierno de la Generalitat que la policía autonómica no se aplique a la hora de localizar a los inmigrantes en situación irregular.

La forma en que las fuerzas políticas han entrado en polémica a la hora de hablar de los problemas de la inmigración y en que esta polémica se ha reflejado en los medios de comunicación ha causado alarma y preocupación en CC OO porque, entiende el sindicato, 'está fomentando directa e indirectamente que las ideas de racismo, discriminación y xenofobia se cuelen en la sociedad'.

Aunque el debate parlamentario sobre la inmigración rebajó el tono de la confrontación entre los partidos sobre esta cuestión, el líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, advirtió ayer de que será sin duda alguna uno de los grandes temas de debate en las próximas contiendas electorales. El dirigente democristiano afirmó que hay que discutir, entre otras cosas, 'si se ha de permitir o no que haya lugares de culto' para los inmigrantes, que en las escuelas 'no se coma cerdo para respetar la religión islámica' y que 'no se coma carne un viernes de Cuaresma por respeto a la religión católica'.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

También Fernández Díaz habló ayer de nuevo sobre esta cuestión. Lo hizo para confrontarse con el imam del Centro Islámico de Barcelona, Najem Alhassam, de quien sólo tuvo en cuenta que en una conferencia pronunciada el jueves afirmó que en Cataluña hay racismo, como en todas partes, y que este racismo se manifiesta 'hasta con los españoles'. Fernández Díaz advirtió a Alhassam de que 'descalificar a la sociedad catalana no garantizará mejor la integración de la comunidad musulmana de Cataluña'. Lo que según el dirigente del PP debería pedir el imam a los musulmanes es que 'respeten todas las costumbres y los principios democráticos de la sociedad catalana, porque ésta es la mejor manera de integrarse' en ella.

Los grupos que intervinieron en el debate parlamentario presentarán mociones para concretar las medidas que debe adoptar la Cámara. El grupo de ERC adelantó ya ayer que promoverá una reprobación de la política del Gobierno del PP en materia de inmigración. ERC también pedirá que el Parlament debata anualmente una propuesta sobre cupo de inmigrantes.

254 expulsados en un año

La entrada en vigor de la nueva Ley de Extranjería en enero de 2001 agilizó las expulsiones de inmigrantes en toda España, sobre todo a partir del mes de junio, cuando comenzó a aplicarse el reglamento que desarrollaba la ley. En Barcelona los expulsados fueron 254, sobre todo marroquíes, rumanos y argelinos que no tenían en regla el permiso de residencia y trabajo.

Cuando la ley entró en vigor, ante las masivas protestas surgidas en toda España, el Gobierno de José María Aznar aseguró que no sería prioridad de la policía expulsar a los inmigrantes libres de delitos. No fue así. Casi la mitad de los mencionados 254 no habían cometido ningún tipo de delito y se les obligó a salir del país por su condición de indocumentados.

El 55% restante sí tenía causas pendientes con la justicia, y entre ellos había muchos delincuentes habituales. De hecho, 140 de los expulsados acumulaban 700 delitos. La expulsión de inmigrantes ha continuado este año.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_