_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Nuevos señores para RTVV

Propiciar no es un verbo sinónimo de privatizar, pero en los usos políticos vigentes equivale a su antesala, a modo de trámite inevitable. Los gobiernos liberales -y los de cuño socialdemócrata aprendieron lo suyo- son unos excelentes propiciadores de servicios y patrimonio de titularidad pública. Nadie como ellos para nutrir o desnutrir, capitalizar o su contrario -lo que convenga para el trance- una parcela de la Administración a fin de suscitar el interés de los posibles adjudicatarios privados, obviamente. Tanto se propicia que cualquiera de estos días -o de la próxima legislatura, que está al caer- la Generalitat habrá de someterse a una cura de su anorexia, a fuer de tan delgaducha y esquilmada como va quedando.

El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, acaba de diagnosticar que a RTVV le está llegando el momento propicio para privatizar su gestión y acabar así con el déficit económico creciente que conlleva. El novedoso anuncio ha sorprendido en paños menores a los mismos diputados comisionados desde remotos tiempos para estudiar en el seno de las Cortes otras formas de gestión del citado ente. Suponemos que a partir de ahora se les relevará de tan morosa dedicación. La forma de gestión será la que elijan los señores adjudicatarios, peritos en productividad y rentabilidad. A mucha gente del centro emisor de Burjassot no le llega la camisa al cuerpo, y no les falta motivo.

El mentado aviso y la perentoriedad de su ejecución no debería chocarnos. La legislatura boquea y esta innovación mediática constituye un compromiso programático del partido que prima en la Generalitat, como nos acaba de recordar un portavoz del PP. Ni tampoco escandalizarnos que esta perla de la corona autonómica caiga en manos privadas. Al fin al cabo, nunca se gestionó con criterios de interés público general y acordes con el artículo segundo de la ley que la creó en 1984. Ya se sabe, eso de la veracidad, imparcialidad, respeto al pluralismo y etcétera. En realidad, RTVV siempre ha sido la radio y televisión del partido que gobierna.

Verdad es que, a pesar del despropósito financiero, el desmadre de algunos de sus contenidos, de la abdicación informativa e incluso de su traición a los fines culturales que justifican su existencia, RTVV ha sido y es decisiva para la recuperación del valenciano. ¿Seguirá siéndolo? ¿Sus próximos gestores cargarán en la cuenta de explotación el costo de usar dignamente la lengua autóctona y apaleada del país? Pues lo dudo. Baste recordar que los sucesivos gobiernos, con mayorías absolutas, han sido taimados a la hora de apostar por esta finalidad esencial. No obstante, abramos un crédito de confianza a los gestores que resulten agraciados. ¡Qué remedio!

Anotado está que la privatización en ciernes era un deber de obligado cumplimiento y que el PP, así lo recalca, siempre cumple. Me pregunto, sin embargo, por la posibilidad de una moratoria parcial en esta operación de desguace que hubiese permitido conservar la gestión y promover la influencia de la radio autonómica. ¿Había de entrar todo en el mismo fardo? Al parecer, sí. Unos y otros siempre han querido una radio autonómica subalterna y enclenque. Nunca supe si esta voluntad era fruto de la ignorancia o de la perversidad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_