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Reportaje:

Álvarez Rabo deja el cómic

El polémico dibujante se retira, aunque recapacitará si recibe el respaldo de 1.000 cartas

Álvarez Rabo se retira. El popular dibujante de cómics, que ha publicado sus historietas en el TMEO, El Víbora o Karma dice:, ha remitido un comunicado en el que explica el porqué de este abandono. La razón principal es que no quiere que sus hijos, Jhónatan y Yhedra, descubran que su padre es Álvarez Rabo, y sólo recapacitará su decisión si recibe 1.000 cartas de apoyo antes del próximo 11 de septiembre, último día fijado por el dibujante para su dedicación al cómic.

El autor de Hasta el rabo, entre otros, es un personaje controvertido de cuya biografía hay muy pocas referencias. Se sabe que nació en Monforte de Lemos (Lugo) hace 42 años y que, de muy niño, emigró con sus padres a Bilbao. El dibujante vasco-gallego, como gusta definirse, aparece siempre con el rostro cubierto porque asegura que trabaja en la sección de caza y pesca de El Corte Inglés y no quiere que sus jefes descubran su otra faceta vital.

Pero ahora se ha encontrado con que sus hijos están llegando a la edad de avergonzarse de su padre y no quiere que llegue ese momento. La decisión 'no es fruto de un pronto que me haya dado sino la lógica conclusión a la que he llegado después de mucho tiempo de meditación y esfuerzo reflexivo', explica en su nota uno de los autores más gamberros e iconoclastas, como reflejan los títulos de sus libros (Anal-fabetos, Sabor a rabo o El Princi-pito).

Álvarez Rabo asegura que 'no es que se haya secado mi manantial creativo (pocos conozco de aguas tan profundas, claras y sabrosas como el mío), sino que no tiene sentido seguir dando agua a quien no tiene sed'. El dibujante de Monforte de Lemos estima que después de 15 años dedicándose al cómic no ha sintonizado con la sociedad.

'No sé si ha sido ella la que no ha estado preparada para mi persona o yo para ella. Da igual. A pesar de mi indiscutible calidad sólo he llegado a publicar en revistas de escaso interés y, encima, casi siempre por la cara', afirma quien cuenta con prologuistas célebres como Fernando Savater o Lucía Etxebarria para algunos de sus trabajos. La escritora, por ejemplo, considera el manual titulado A las mujeres no les gusta follar, como su libro de cabecera. Pero a Álvarez Rabo no le parece suficiente el apoyo de Etxebarria para continuar con su labor. 'Además, y esta es otra razón de peso, mis hijos están creciendo y no quiero que el día de mañana se avergüencen cuando descubran que su padre es Álvarez Rabo', concluye.

De la política al sexo

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Dibujados con trazo rápido y desmañado, en un tiempo récord (de lo que Álvarez Rabo se enorgullece), la temática de sus cómics va desde la actualidad política al sexo. En este último ámbito es donde sus historias han vivido las mayores controversias, por la crudeza con las que trata las relaciones sexuales entre hombre y mujer. La recopilación de sus Consejos sexuales, publicados en el TMEO, es una buena muestra de sus consideraciones, expuestas con franqueza, cercanas al mal gusto y la escatología.

A pesar del éxito de público, la crítica del cómic nunca le ha estimado. De este modo, el dibujante vasco-gallego llega a exclamar: '¡Cuánto me hubiera gustado ser artista revelación en el Salón del Cómic de Barcelona!'. En esta cita, que se ha celebrado este año el pasado fin de semana, Álvarez Rabo presentó sus dos últimos libros: El princi-pito, una versión del cuento de La Cenicienta, y Hombres alterados, que toma el título de las historietas de Maitena, Mujeres alteradas, que se publica todos los fines de semana en EPS, el suplemento semanal a color de EL PAÍS .

Álvarez Rabo deja abierta una puerta a la esperanza: si recibe 1.000 cartas de apoyo incondicional a su trabajo antes del próximo 11 de septiembre (y avisa de que las de mujeres valen por dos) recapacitará esta drástica decisión. Las cartas pueden ser enviadas a las redacciones de las revistas TMEO, El Víbora, Karma Dice y El Cretino.

Cantera de dibujantes

Álvarez Rabo se dio a conocer en el fanzine vitoriano TMEO, donde empezó a colaborar en el segundo número. Pronto, su estilo desaliñado, su crudeza temática y la falta de tabúes le hicieron famoso en el mundo del cómic alternativo. Durante los últimos 15 años, el TMEO ha sido y es el referente de los dibujantes vascos que apostaban por historias de humor ácido, de contenidos escatológicos o de crítica política. Muchos de sus autores mantienen la colaboración con la publicación, aunque su dedicación profesional sea otra, como ocurre con Álvarez Rabo, que trabaja como dependiente de unos grandes almacenes. Así, por ejemplo, Mauro Entrialgo, creador de los personajes Herminio Bolaextra y Alter rollo (publicado en El País de Las Tentaciones), pero también autor de obras de teatro, músico y cineasta. Alvarortega es diseñador gráfico, mientras que Mikel Valverde combina su presencia en el fanzine vitoriano con su trabajo como ilustrador de libros para niños. Él ha sido el autor de los rasgos del célebre Bambulo, de Bernardo Atxaga.

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