Ibarretxe dice que ni la Constitución ni el Estatuto impiden un referéndum en Euskadi

El Gobierno vasco está dispuesto a convocar un referéndum sobre el futuro político de Euskadi, con fecha aún por determinar. Así lo reiteró ayer el lehendakari Juan José Ibarretxe a la vez que advirtió al Gobierno central de que ni la Constitución ni el Estatuto vasco son 'instrumentos jurídicos que impidan preguntar lo que creemos oportuno [a la sociedad vasca]'. Ibarretxe se entrevistó ayer en Sant Feliu de Guíxols (Girona) con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Ambos coincidieron en su oposición -con distintos matices- a la ley de partidos que impulsa el PP. No obstante, el conseller en cap catalán, Artur Mas, descartó un frente de CiU y PNV contra este proyecto.

Los nacionalistas vascos incluyeron en su programa electoral de las últimas autonómicas, que ganaron por mayoría, el derecho a la autodeterminación de Euskadi y la convocatoria de una consulta ciudadana en este sentido. Ayer, en una entrevista a la emisora pública, Catalunya Ràdio, el lehendakari abundó en esta idea y defendió su legitimidad. 'Ninguna Constitución ni ningún Estatuto, ni el vasco ni el catalán, son argumentos jurídicos que impidan que podamos pedir opinión o solicitar lo que creamos oportuno a nuestras sociedades', manifestó. Y añadió, en clara referencia a las fuerzas no nacionalistas, que 'no se puede poner en tela de juicio que no tengamos argumentos jurídicos para preguntar a la sociedad'.

Ibarretxe reiteró sus argumentos en contra de la ley de Partidos Políticos y en especial contra la voluntad del PP de ilegalizar Batasuna porque, según el lehendakari, se trata de 'un auténtico disparate político porque divide a los partidos que estamos en contra de la violencia' lo que, a su juicio, les 'aleja de la paz'.

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, hizo pública ayer, después de la reunión mantenida con Ibarretexe en Sant Feliu de Guíxols, su preocupación por los efectos que pueda tener esta ley sobre la cohesión de la sociedad vasca. Aunque Pujol advirtió que era un 'tema' sobre el que ambos no podían 'hacer afirmaciones categóricamente definitivas', sí añadió que esta norma puede tener en el País Vasco una 'especial gravedad' porque puede afectar a 'la fibra misma de la problemática vasca'.

El presidente catalán aseguró que, desde la perspectiva catalana, la preocupación máxima se centra en que '[la ley] tenga todas las garantías democráticas', pero que en el caso vasco, debe tenerse en cuenta 'la oportunidad política o no de una legislación de este tipo por los efectos que puede tener sobre la sociedad vasca, sobre la cohesión vasca, etcétera'.

Elogios mutuos

Los dos presidentes autonómicos se reunieron en esta localidad turística de la Costa Brava, por una coincidencia de agendas, durante una hora y media. Tras su entrevista, Pujol e Ibarretxe comparecieron brevemente ante los medios de comunicación e hicieron una declaración de tintes muy genéricos en la que no admitieron preguntas, a pesar de que admitieron haber conversado 'absolutamente de todo'.

En esta reunión, Pujol dijo constatar que ambos 'pueblos' -a pesar de las 'trampas'- 'progresan en conciencia nacional, a nivel social y económico y en proyección europea'. Ibarretxe, por su parte, se limitió a constatar la buena relación 'de respeto mutuo entre ambos pueblos' y expresó el agradecimiento de todos los vascos para Cataluña y su presidente.

Pujol quiso, no obstante, marcar distancias entre las realidades vasca y catalana al asegurar que 'eran de naturaleza y dramatismo diferente', en referencia al fenómeno terrorista, 'aunque en ambos casos', añadió, ' podían afectar la raíz profunda de nuestros países', sin especificar el significado de esta sentencia.

Por las palabras de Pujol, Ibarretexe se marchó convencido de que cuenta con el respaldo del Gobierno catalán y de Convergència i Unió a sus reivindicaciones en contra de esta ley y al proceso político que dirige en Euskadi. Así quedó acreditado en su comparencia, aunque ambos se negaron a entrar en detalles sobre el contenido de la entrevista.

A pesar de la manifiesta coincidencia entre Pujol e Ibarretxe en contra de la Ley de Partidos -mucho más enérgica en el caso del lehendakari- el conseller en cap del Ejecutivo catalán, Artur Mas, descartó que Convergència i Unió y el Partido Nacionalista Vasco constituyan un frente de oposición a esta norma y reivindicó la 'autonomía de actuación' de su formación nacionalista. No sólo en cuanto a los vascos sino también respecto al PP -del que depende en Cataluña para mantenerse en el poder- o al PSOE.

El presidente del Ejecutivo vasco pronunció, después, una conferencia sobre 'El autogobierno en la nueva Europa', en el marco de unas jornadas organizadas por Opinió Catalana, un fórum de carácter nacionalista, en la que criticó la regresión que, en su opinión, sufre el estado de las autonomías y abogó por la mayor presencia autonómica en las instituciones europeas.