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El Gobierno expulsa a 194 de los 205 subsaharianos retenidos en Barajas que llegaron desde Johanesburgo

De los 205 subsaharianos con pasaporte angoleño que llegaron a Barajas desde el pasado 25 de abril en vuelos de Iberia procedentes de Johanesburgo (Suráfrica), sólo seis -entre ellos una mujer y tres menores- han logrado entrar en España por razones humanitarias. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), aseguró ayer que sólo se han admitido a trámite las solicitudes de asilo de otros cinco de ellos. Los demás, según fuentes policiales, han sido enviados de vuelta a Suráfrica.

La policía cree que una organización mafiosa ha sido la responsable de que, en 15 días, hayan pasado por las salas de rechazados y solicitantes de asilo del aeropuerto un total de 205 subsaharianos procedentes de Luanda (Angola), aunque la mayoría originarios de la República Democrática del Congo, que llegaron a Madrid tras hacer escala en Johanesburgo. Según fuentes policiales, todos ellos habían conseguido un visado para entrar en Portugal mediante la presentación de cartas de invitación falsas supuestamente facilitadas por esa organización. La llegada masiva de subsaharianos de origen congoleño y angoleño, no ha sido exclusiva de Barajas, sino que también ha afectado a otros aeropuertos europeos en las últimas semanas.

La policía estableció un dispositivo especial para controlar la documentación de todos ellos después de que 31 pasajeros del vuelo del 25 de abril se negaran a proseguir viaje a Lisboa. Los pasajeros de los siguientes vuelos procedentes de Johanesburgo, que aterrizaron en Barajas el 28 de abril y el 3 de mayo, fueron recibidos por los agentes a pie de pista.

De los 205 que llegaron, 174 fueron rechazados en frontera por presentar documentación irregular, aunque acto seguido, la mayoría pidió asilo político. Según CEAR, sólo cinco solicitudes han sido admitidas a trámite, mientras que el resto fueron desestimadas. Esta organización solicitó el martes pasado al ministerio del Interior que permitiera la entrada de los que aún quedaban en las salas de inadmitidos y solicitantes de asilo por motivos humanitarios, pero sólo seis, entre ellos una mujer y tres menores, lograron entrar en España por esa vía.

En la madrugada del pasado día 6, tras un intento en vano de devolver a 14 de ellos a Johanesburgo, los retenidos en la sala se amotinaron provocando destrozos en el mobiliario y quemando varios colchones.

El grupo socialista en el Congreso de los Diputados ha solicitado la comparecencia urgente del delegado del Gobierno para la Extranjería y la Inmigración, Enrique Fernández-Miranda, para que explique la situación en la que se encontraban los subsaharianos cuando se originó aquella revuelta.

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