Elecciones en Francia
En Francia, millones de personas han votado deliberadamente a un partido que proclama que las personas no somos todas iguales ni tenemos los mismos derechos.
En Francia, millones de personas no han acudido a votar a ningún partido porque hace tiempo que éstos dejaron de hacerles caso o se plegaron a intereses más enjundiosos.
En Francia, la izquierda cosecha una nueva bofetada electoral, y sigue sin escarmentar.
En Europa, ya no nos basta con un impresentable como Berlusconi: queremos que opte al poder un sujeto que no hace ascos al nazismo.
Duerme, izquierda, que ya te despertarán los fusiles.- Luis Miguel Soto López. Toledo.
Soy un estudiante francés residente en Madrid y, como muchos de mis compatriotas, tuve una reacción de terror cuando supe los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
No voté porque pensaba que no valía la pena, que de todas maneras iban a pasar Chirac y Jospin, y no quería que ninguno de los dos dirigiese a Francia mañana. Pero ahora me doy cuenta de mi error y ya sé que iré a votar en la segunda vuelta contra Le Pen, que es un hombre fascista y peligroso.
Tengo vergüenza de ser francés, pensar que un 20% ha votado a favor de la extrema derecha y un 30% a la extrema izquierda. Pero esta situación muestra que los franceses están hartos de políticos que no cumplen lo que prometen; el paisaje político no ha cambiado desde hace unos cuantos años (es la cuarta vez que Chirac se presenta, la quinta para Le Pen).
Tampoco admito que se diga que Chirac ha favorecido a Le Pen hablando casi únicamente de los problemas de seguridad. Éste ha sido el debate principal de la campaña presidencial, porque la seguridad tiene una muy fuerte presencia en Francia y es la primera preocupación de los franceses, según los sondeos realizados.
Ahora el mal está hecho. Invito a todos los franceses, independientemente de sus posiciones políticas, a votar a favor de la democracia y, sobre todo, a votar el 5 de mayo.- Jean-François Chauvin. Madrid.
Por favor, no podemos mirar a otro lado: la ultraderecha es más que un fantasma que recorre el mundo. Y me preocupa la pasividad con que todos actuamos frente a la vuelta del fascismo. En Europa, calan cada día más hondo el terror y la intolerancia. (Con nuestro permiso.) Ayer, Berlusconi. Hoy, Le Pen. El conservadurismo más reclacitrante nos invade. Seamos serios. Despertemos. No pasarán.- Jorge García Palomo. Las Matas, Madrid.
