Ibarretxe aclara que sus relaciones con Cuba 'no son para intimidar a España'
Fidel Castro y Juan José Ibarretxe se reunieron ayer en el Palacio de la Revolución de La Habana durante más de siete horas. Fue la culminación de la primera visita oficial del lehendakari a Cuba, durante la cual se firmaron varios acuerdos institucionales y se creó una comisón mixta de colaboración que fue recibida con malestar por la diplomacia española. Aunque no trascendió nada del encuentro, las delegaciones se mostraron satisfechas de los acuerdos logrados en un momento en el que las relaciones de ambos Gobiernos con Madrid son tensas. 'No me corresponde valorar las relaciones de España, las de Euskadi con Cuba son muy buenas', dijo el presidente vasco tras subrayar que las relaciones entre Vitoria y La Habana 'no son para intimidar a España'.
Tras la inauguración de una escuela en un barrio habanero, Castro e Ibarretxe celebraron un breve encuentro oficial y posteriormente cenaron en compañía de parte de la delegación vasca. La discreción del lehendakari llegó a tal extremo que no quiso siquiera decir la hora a la que se despidieron. Sólo se limitó a señalar que la reunión había sido 'distendida y cordial' y a citar de pasada que se habían tratado temas 'internacionales, de Cuba y de la situación de Euskadi', pero se negó a concretar si se había abordado el asunto de la situación de los etarras que desde hace casi dos décadas viven en la isla.
La discreción también se extendió a la política interior. Durante un encuentro con empresarios vascos radicados en Cuba, éstos pidieron al lehendakari que explicara cuál era su 'agenda' respecto a la autodeterminación. Ibarretxe dijo que su postura era la de dar 'pasos claros para que el pueblo vasco decida su futuro'.
