Los accionistas de HP, muy divididos en la votación para unirse a Compaq
Los accionistas de Hewlett-Packard votaron ayer sobre la adquisición de Compaq en un pronunciamiento de tensión sin precedentes en el sector, con partidarios y enemigos de la fusión acremente divididos sobre el futuro.
Los campos discrepantes -encabezado el del no por Walter Hewlett, hijo del fundador, y por Carly Fiorina, la consejera delegada de HP, que defiende la transacción- llegaron al ataque personal. El resultado oficial de la votación de un censo de 900.000 propietarios tardará semanas en conocerse, aunque Carly Fiorina, anunció a última hora de ayer que los accionistas de la compañía habían aprobado por una 'decisiva mayoría' la adquisición de Compaq. Hewlett replicó que esperaba el triunfo de su tesis y que era muy pronto para saber nada.
Walter Hewlett, miembro del Consejo de Administración de HP, aprobó el pasado verano la operación, para desmarcarse luego y llevar a cabo una agresiva campaña contra lo que considera 'un error de 25.000 millones de dólares', el valor de la compraventa anunciado en septiembre. En la actual cotización, la unión de ambas compañías está valorada en 21.000 millones de dólares, la mayor en el sector de la informática.
Las familias Hewlett y Packard controlan el 18% del accionariado y están en contra por estimar que se traiciona el legado histórico de la compañía, se paga por Compaq más de lo que vale la firma tejana, se entra en el sector de ordenadores personales menoscabado por márgenes decrecientes y se hace una apuesta de alto riesgo al pretender una fusión de dos grandes firmas cuando pasadas experiencias en este tipo de transacciones han acabado mal. Fiorina alega que con la adquisición de Compaq, HP estará en condiciones de disputar el liderazgo mundial a IBM, profundizar en campos nuevos y ofrecer mejores y más servicios a sus clientes.
Hoy vota Compaq
Ambos argumentos técnicos han ido engrosándose con otros de carácter personal. Walter Hewlett ha sido acusado de diletante y conocedor de música que no sabe ni entiende de nada más, mientras a Fiorina se le ha reprochado el estar aprendiendo sobre la marcha a costa de HP.
Las intenciones de voto anunciadas antes de la consulta de ayer aventuraban un muy ajustado resultado en cualquiera de los sentidos, salvo sorpresa de última hora. Algunos de los accionistas que acudieron a la junta celebrada de Cupertino, cerca de la sede de HP en Palo Alto (California), reconocieron haber cambiado varias veces de opinión sobre cómo votar. Los inversores de Compaq votarán hoy en Houston. Se espera que una aplastante mayoría apruebe la fusión.
