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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El 'botellón' y el PP

Soy madre de una hija de 16 años que habitualmente acude los fines de semana a recogerla a la zona de Alonso Martínez, y que al estar esperando en el coche, vengo observando la actuación de la Policía Municipal.

Sirva mi carta, primeramente, como protesta al 'acoso' al que se ven sometidos los jóvenes que venían reuniéndose en la zona. No entiendo cómo varias decenas de policías (hace mucho tiempo que no veía tantos 'agentes del orden' juntos) se dedican las noches de los fines de semana a 'disolver' a los jóvenes para que no monten botellones. Me da la impresión de que esas noches deben de ser el agosto de chorizos, atracadores, skin heads, violadores... y otras gentes, que estarán encantados de que casi toda la Policía Municipal esté dedicada al acoso y derribo de los jóvenes de distintas 'tribus' que se mueven por esa zona en concreto. Por cierto, y ellos lo tienen que saber, que sólo han conseguido dispersar a los jóvenes a otras calles menos concurridas.

Otra cosa que vengo observando es que varios coches de 'limpieza urgente', que nunca anteriormente había visto por Madrid (hasta cinco y seis en la plaza de Santa Bárbara), se dedican a regar las calles continuamente, en un ataque de higiene y pulcritud, supongo que para 'disolver' a los grupos de chicos que todavía, y a pesar de todo, aguantan en grupos más o menos numerosos. Cualquier día de éstos van a acabar mojando a presión a los chicos, como hacían los grises en mis tiempos.

Bueno, mi queja real es que, en otra zona de Madrid, concretamente en la plaza que hay en la calle de Juan Bravo, enfrente de la Embajada de Italia, también habitualmente hacen botellón otros chicos y chicas de otra tribu más elitista: los pijos, hijos de papá y de las marcas de superlujo.

Al volver a casa y pasar por allí siempre comento con mi hija por qué será que a ellos no los disuelven, ni los acosan ni los riegan. ¿Qué pasa? ¿Que los futuros cachorros del PP o los hijos de la clase en el poder pueden reunirse sin que los municipales les molesten? ¿Tienen más derecho que otros jóvenes a estar en la calle sin que los dispersen? Me parece que, aparte de no solucionar de verdad y no electoralmente los problemas del consumo de alcohol de los jóvenes, el Ayuntamiento de nuestro ilustrísimo señor Manzano no trata a todos los jóvenes por igual.

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