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TEATRO

Las guerras de dos mundos

Javier Vallejo

La guerra es la actividad humana con más porvenir', le dice el norteamericano Zack (en vida especialista en la fabricación de explosivos) al público, después de saltar por los aires. No es el único muerto que se queja en Cruzadas, poema dramático de Michel Azama en el que supervivientes y caídos reviven más de ocho siglos de luchas entre cristianos y musulmanes. En esta obra, como en la mayoría de las suyas, el autor francés rehúye el naturalismo para adentrarse en una corriente épica y barroca que refleja el carácter de nuestra época.

Cruzadas comienza con dos niños que juegan con fuego -hoy son sádicos con sus muñecos, mañana lo serán con sus semejantes- y salen quemados. Después, una mujer ocho veces centenaria vaga buscando a sus hijos: tuvo 14 y todos marcharon al rescate del Santo Sepulcro en la Cruzada de los Niños. En la tercera escena, que se desarrolla en la actualidad, dos amigos toman diferente partido en una ciudad dividida; y en las siguientes, las historias de éstos se entrecruzan con las de un hombre quemado por judío, un piel roja asesinado por el hecho de serlo, un inmigrante reclutado por el ejército del país de acogida y enterrado vivo por el enemigo, un polizón ahogado al hundir un joven kamikaze el petrolero en el que viajaba...

Azama, de 59 años, habla del horror con humor y da la palabra a los muertos para que sean ellos quienes tasen, con su perspectiva infinita y su definitiva ausencia de dolor, las penas de los vivos: 'Un día metí el cadáver de mi hijo en un saco donde ponía: 'Harina de trigo. Regalo de la República Federal Alemana'. Lo enterré en medio de muertos desconocidos, y señalé la tumba con una palanca de cambios roñosa', explica al público un africano que tiene aspecto de haberse desenterrado hace pocos minutos.

Nacido cerca de Perpiñán, Azama, hijo de española, es uno de los autores más traducidos y representados de su país. Cruzadas, su séptima pieza, data de 1988. Hoy parece escrita al hilo de la guerra de Bosnia o de esta cuarta Intifada de ahora mismo: 'Cuanto más cerca está una de la tierra prometida, menos se le parece', dice la mujer centenaria en la escena última.

Los responsables de que la obra se estrene en España (el 21 de marzo, en la sala Cuarta Pared de Madrid: en cartel hasta el 14 de abril) son Juan Pastor, director de Guindalera Escena Abierta, y sus nueve jóvenes intérpretes: Andrés Rus, María Pastor, Susana Hernaiz, Rafael Navarro, Luis Carlos de la Lombana, Javier Ortiz, Victoria Dal Vera, Elia Muñoz y Eduardo Navarro.

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Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.

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