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La Junta se suma al Plan Nacional de Regadíos con la intención de atraer más inversiones en 2004

El Ministerio prevé obras en 316.000 hectáreas y la Consejería reclama 70.000 hectáreas más

Alejandro Bolaños

El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, y el consejero de Agricultura, Paulino Plata, firmaron ayer un acuerdo que permitirá poner en marcha las inversiones previstas en Andalucía por el Plan Nacional de Regadíos 2002-2008. El plan ha sido muy criticado por Plata, quien consideraba que 'marginaba' a la región. Ayer, ante el ministro, el consejero andaluz optó por un discurso más pragmático y apostó por coseguir más inversiones estatales en 2004, año en el que el Ministerio revisará el plan y reasignará los fondos entre las comunidades en función de la ejecución de las obras.

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En los últimos meses, el consejero de Agricultura recalcó en varias ocasiones que la inversión prevista en el plan para Andalucía era muy baja. Aún tras reconocer que la mitad de las 800.000 hectáreas de regadío de la región no tenía normalmente agua suficiente para un rendimiento normal y señalar el mal estado de las conducciones como principal causa, el plan sólo destina el 16% de la inversión nacional para modernizar estructuras al regadío andaluz, que supone el 25% de la superficie de riego española.

La escasez de fondos para modernización (1.725 euros por hectárea, frente a los 2.704 euros por hectárea de promedio nacional) y la exigua superficie prevista para nuevos regadíos (23.803 hectáreas en zonas que ya estaban en ejecución y 4.000 en comarcas con bajos niveles de ingresos) centraban las quejas de la Consejería.

Pero las críticas autonómicas no han variado un ápice las principales propuestas del Plan Nacional de Regadíos. Tal y como estaba previsto, la inversión total para Andalucía hasta 2008 es de 805 millones de euros, de los 482 serán de origen público (Gobierno y Junta a partes iguales) y 322 de origen privado. Más de la mitad de este dinero se destinará a la modernización de las conducciones. El resto servirá para transformar en regadío terrenos en zonas que ya estaban en ejecución (costa noroeste de Cádiz, Cuevas de Almanzora, Chanza, Genil-Cabra y Guaro) y llevar el riego a varias comarcas costeras de Málaga y Almería que la Junta ha incluido en el Plan Litoral.

En la conferencia de prensa que siguió al acto de firma del acuerdo, el consejero indicó que, aunque el plan 'no cubre las aspiraciones ni atiende todas las necesidades' andaluzas es un pacto 'razonable' que permite seguir avanzando en las negociaciones con el Ministerio de Agricultura. En todo caso, a la Junta no le cabía otra salida si no quería afrontar en solitario la financiación de las obras en los regadíos.

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Las aspiraciones de la Junta se postergan ahora a 2004, ya que en esa fecha el Ministerio revisará el plan para comprobar si las comunidades autónomas están haciendo los deberes y redistribuir los fondos. Entonces el Gobierno andaluz quiere acaparar nueva financiación para transformar en regadío 23.000 hectáreas más del Plan Litoral y 46.000 en zonas regables ya en ejecución.

Tras la firma, el ministro de Agricultura defendió el plan como la actuación en infraestructuras 'más importante que va a acometer este Gobierno' en política agraria.

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