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Necrológica:NECROLÓGICAS
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Mati Klarwein, el artista de la mitología hippy y psicodélica

'Yo soy el espíritu del mundo mágico que llaman licencia poética'. El cuerpo del pintor que dijo esta frase, Mati Klarwein (Hamburgo, 1932), será incinerado hoy en Mallorca con una chilaba como mortaja. El jueves no se despertó en su casa-estudio de Son Rullan, en los altos de Deià, Mallorca. Murió de cáncer donde reconstruyó minuciosamente a pincel y en la vida un mundo psicodélico, hiperrealista y esotérico. Klarwein, contra cultural vindicador del trabajo y de la relación con la naturaleza, recortó en sus cuadros imágenes sensuales y paisajes virtuosos y los cruzó con rayos de luz e imágenes de espíritus. Alemán y judío se decía de alma árabe y africana.

Vitalista y alternativo al mercado, amigo de Robert Graves, seguidor de Dalí y alumno en París de F. Lèger, vivía desde hacía 40 años en Mallorca. Entró en la mitología hippy -y sigue fascinando a jóvenes creadores y coleccionistas norteamericanos-, tras crear la portada del disco Abraxas de Carlos Santana y firmar otros diseños revolucionarios para Miles Davis, Jimi Hendrix o Leonard Bernstein. Retrató a Paul Getty Jr, Juan March o Brigitte Bardot y era vecino de la diseñadora Sibila y se relacionaba con Michael Douglas.

Klarwein, personaje inconfundible e uniformado al estilo Deià-Graves, con cesta de palmito al hombro y sombrero; desaliño contenido, barba y vestimenta blanca. Padecía un cáncer de próstata que se generalizó y fue tratado en los últimos meses en Palma y París, según fuentes familiares. Nacido en Alemania en 1932, mantenía el pasaporte francés que le gestionó André Malraux, emigró son su familia en 1934 a Palestina; su padre fue el autor del Parlamento de Israel, en Jerusalén. Vivió también en Nueva York, Roma y París. Tiene dos hijas y dos hijos, de tres parejas que estableció.

'Yo el todo, el Buda, el Aranyanyara, tractor compresor de selvas y axilas acres', escribió de sí mismo para una muestra en el Casal Solleric de Palma en 1998. 'Este soy yo, aquel que piensa que éste soy yo(...) Herida abierta por los orgasmos de cortocircuito. Cicatrices y marcas del sexo hambriento no correspondido(...) Yo el todo, viéndolo todo, despreciándolo todo'. Mathias Abdul (Mati) Klarwein en Figuracions (1994) en la Torre dels Enagistes de Manacor indicó sobre su credo pictórico: 'Me interesa contar una historia tal y como la cuento. 'El estilo era él, y nadie más. Su pintura es muy personal y especial; el artista y su obra conforme a su visión del mundo y las culturas. Tardaba seis, ocho o diez meses en terminar un óleo', narró el escultor Ben Jakober, quien con su esposa la artista Yannick Vu y su primer marido, el pintor Domenico Gnoli, formaron parte del núcleo de amigos de Klarwein en el Deià de los 60.

En los últimas épocas Mati Klarwein trabajó sobre cuadros anónimos y mediocres, rescatados en mercadillos, obras que reciclaba o repintaba, en una apuesta contra la muerte de la pintura. Con ironía y un poco de cinismo, autor poderoso en el gesto y en la actividad personal, falleció tras todas las apuestas y riesgos por la libertad personal.-

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