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AL VOLANTE | PRUEBA
Columna
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Más fácil y seguro

El 911 Carrera es como los buenos vinos: gana con el tiempo. Los cambios del nuevo modelo son aparentemente ligeros, pero se aprecian bastante en la conducción y el comportamiento dinámico. Y sobre todo permiten disfrutar más sus cualidades y viajar con mayor comodidad.

Potencia con elasticidad

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Una evolución inagotable

Lo más importante en un superdeportivo son las prestaciones y el comportamiento dinámico, y aunque la base de partida era ya muy buena, el nuevo Carrera supone un gran avance. La cilindrada ha pasado de 3.4 a 3.6 litros, pero destaca la evolución del sistema de distribución, Variocam Plus, que optimiza la fuerza y elasticidad a todos los regímenes y mejora emisiones y consumos. En cifras supone 20 CV más (320 CV) y un 6% menos de consumo. Pero sobre todo aporta un funcionamiento más refinado y progresivo que facilita mucho la conducción.

El Carrera responde con poderío casi desde el ralentí y aumenta su potencia progresivamente con suavidad. Cambia de sonido a partir de 4.000 vueltas y se transforma en un purasangre, pero, al contrario que casi todos los coches, cada vez suena más redondo y afinado, como si funcionara más a gusto según se acerca al régimen máximo (7.000). Estas virtudes, unidas a un cambio de seis marchas muy bien escalonadas, se traducen en unas aceleraciones fulgurantes y unas prestaciones espectaculares que entusiasman. Pero exige concentración porque siempre se va más deprisa de lo que parece. Además, los consumos son muy bajos para su potencia y lo que corre: a ritmos legales, apenas gasta 9 litros, sube a 12-13 en conducción rápida y sólo en ciudad o apurando las marchas pasa de 15.

Progresivo y muy eficaz

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La brillante respuesta mecánica se completa con un comportamiento dinámico más progresivo y eficaz que facilita el disfrute al volante, sobre todo a los conductores menos dotados. Este coche es un purasangre, pero se conduce casi como una berlina deportiva y acepta cualquier ritmo porque ahora tiene reacciones más nobles, una dirección y embrague menos bruscos, y unos frenos impresionantes que resisten todo.Además, las ruedas de 17 pulgadas y la suspensión de serie ofrecen un compromiso idóneo entre eficacia y confort evitando gastos extras. Y destaca por su equilibrio de conjunto, que permite viajar más cómodo y relajado. Sólo hay que añadir el control de estabilidad PSM, un plus en seguridad.

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