Rehabilitación, no destrucción
Hace ya varios meses que el Ayuntamiento de Sevilla está llevando a cabo las obras de ¿remodelación? de la Alameda de Hércules, con aparcamiento subterráneo incluido. Un plan que en la práctica va en contra de los modelos de ciudad diseñados por la Europa comunitaria. Pues ¿qué si no significan los planes de incrementar el nivel de tráfico, ya de por sí insoportable en un casco histórico, en detrimento del tráfico urbano? ¿En qué se traduce la intencionada marginación de determinados colectivos que viven en la zona, por siempre olvidados?
No hay que ser muy listo para prever a qué grandes superficies va a beneficiar este plan de rehabilitación. Desde luego, no a los comerciantes de la zona, a los que se está engañando, ni tampoco a los vecinos, a no ser que éstos se conformen con un aparcamiento rotativo gestionado de forma privada como única alternativa para vivir la Alameda.
Sí a la rehabilitación, la conservación y recuperación de un patrimonio histórico, social y cultural que no puede regirse por intereses económicos y especulativos de unos cuantos.-