Cinco palestinos y un israelí mueren tras un ataque en Cisjordania
Sharon y Peres ultiman un plan de paz que presentarán a Washington en noviembre
Jerusalén Grupos radicales palestinos lanzaron ayer un ataque conjunto y sin precedentes contra las tropas israelíes en el norte de Cisjordania; la batalla se saldó con cinco palestinos y un oficial israelí muertos. Mientras, Ariel Sharon y Simón Peres trataban en Jerusalén de ultimar un plan de paz, el primero del Gobierno de Unidad Nacional, que será presentado a la Casa Blanca a finales de noviembre, cuando el jefe del Gobierno israelí viaje por fin a Estados Unidos. Jerusalén Grupos radicales palestinos lanzaron ayer un ataque conjunto y sin precedentes contra las tropas israelíes en el norte de Cisjordania; la batalla se saldó con cinco palestinos y un oficial israelí muertos. Mientras, Ariel Sharon y Simón Peres trataban en Jerusalén de ultimar un plan de paz, el primero del Gobierno de Unidad Nacional, que será presentado a la Casa Blanca a finales de noviembre, cuando el jefe del Gobierno israelí viaje por fin a EE UU. El Ejército israelí comenzó anoche a salir de la ciudad autónoma de Ramala.
La milicia de Al Fatah, Hamás y el movimiento comunista protagonizaron ayer en los suburbios de Nablús una operación guerrillera conjunta contra soldados israelíes que patrullaban la zona. La batalla, que se inició con un ataque a un vehículo del Ejército, duró escasamente una hora, pero las represalias se prolongaron durante todo el día. La zona quedó aislada e incomunicada, mientras por encima sobrevolaron sin cesar los helicópteros de combate Apache. En el suelo quedaron muertos tres milicianos palestinos y un oficial israelí.
La acción de la milicia palestina supone un salto cualitativo en una Intifada en la que hasta ahora se han venido registrando en la mayoría de las ocasiones operaciones en solitario o como mucho de comandos reducidos y de miembros de la misma organización. En esta ocasión tres milicias se han coordinado -Fatah, Hamás y comunistas- para desencadenar un ataque clásico de una guerrilla.
La Media Luna Roja aseguró al finalizar el combate que los tres milicianos fueron asesinados a sangre fría por una unidad del Ejército, como represalia por la muerte de su oficial. La organización humanitaria afirma que los milicianos se encontraban heridos y detenidos en el interior de un coche, rodeados por tropas, que impidieron el acceso de las ambulancias, y que el cerco se levanto sólo después de que los soldados dispararan sobre sus cabezas. El Ejército israelí dio una versión diferente, según la cual las tres muertes se produjeron en el tiroteo.
Pocas horas más tarde, en Yenín, otra localidad cisjordana próxima, se vivió el epílogo de la batalla; dos dirigentes del partido gubernamental Al Fatah saltaban por los aires por una explosión en su coche, cuando circulaba cerca de un campo de refugiados. El vehículo les había sido entregado por un amigo árabe-israelí, al que las fuentes palestinas acusan de ser un colaborador al servicio de Israel.
En aparente contradicción con todo lo sucedido en Cisjordania, Sharon y Peres trabajan desde hace dos días en favor de la paz. El objetivo de estos dos 'rivales irreconciliables' es elaborar un plan de paz para los palestinos, el primero del Gobierno de Unidad Nacional, que será elevado a consultas ante la Casa Blanca, cuando Sharon viaje a Estados Unidos.
El plan Sharon-Peres avanza con dificultades, a pesar de que los dos tratan de trabajar a contrarreloj antes de encontrarse sobre la mesa un plan alternativo elaborado por Gran Bretaña, EE UU o la Unión Europea. Pero las diferencias entre los dos líderes son importantes. Sharon no quiere ni oír hablar de cerrar asentamientos o de compartir Jerusalén, mientras que Peres propugna para empezar el abandono de todas las colonias de Gaza y una presencia palestina en Jerusalén Este.
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