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La defensa del caso Natzaret pide la absolución de la imputada

'Soy inocente, no he hecho nada. Sólo recogí a mi hijo'. Esas fueron las últimas palabras que, antes de que la magistrada diera por concluida la sesión, se escucharon ayer en la sala del jurado. Soledad Muñoz aprovechó la oportunidad que la ley le ofrece de añadir aquello que considere oportuno antes de que se inicie la deliberación. Y lo hizo proclamando su inocencia en la muerte de Antonio Civantos, el camionero que el 4 de diciembre de 1998 atropelló accidentalmente en el barrio de Natzaret al hijo de Soledad y José, ambos ahora acusados de homicidio por el Ministerio Fiscal y de asesinato por las acusaciones particulares. José Muñoz, en cambio, prefirió el silencio.

Jaime Sanz de Bremont, letrado de los acusados, consumió la mañana de ayer -y buena parte de la del día anterior- repasando las afirmaciones del Ministerio Fiscal y las acusaciones particulares. Sanz de Bremont pidió al jurado sentido común y lógica y les recordó que 'las cosas no son válidas parcialmente, como se ha hecho ver en este juicio'. Sanz de Bremont se refería a los informes forenses admitidos sólo por acusación y fiscal en aquello que sostiene sus tesis pero desacreditados, por la inexistencia de una especialidad concreta en psicología o psiquiatría mientras el examen de la Generalitat, realizado por un psiquiatra en 1988 y donde se certifica el retraso mental leve del acusado ha sido descalificado.

Sanz de Bremont, quien mantiene serias discrepancias con la fiscal, hizo ayer gala de su mejor puesta en escena para pedir al jurado que dicte un veredicto de inocencia para Soledad Muñoz, la madre del niño, y uno de culpabilidad para José Muñoz pero teniendo en cuenta qué grado de afectación tenía su conducta en el momento de los hechos. 'José llegó al lugar y se encuentra a su mujer llorando, gritando, histérica, con su hijo en brazos sangrando con la cabeza aplastada y que la gente le señala a un hombre que se está yendo. José podía estar nada afectado, poco afectado, bastante afectado o completamente afectado. Está claro que no estaba ni nada ni poco. Ustedes dirán cuánto y en función de eso su señoría establecerá la pena'. El objeto del veredicto se discute el lunes entre las parte y se prevé que también ese día será entregado al jurado.

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