Los accionistas británicos podrán votar cada año las pagas de los altos ejecutivos
Los ejecutivos británicos deberán someter cada año a votación de la junta de accionistas las pagas de sus directivos. La propuesta de la ministra británica de Industria y Comercio, Patricia Hewitt, es una tímida pero significativa iniciativa del Gobierno laborista para intentar atajar la contradicción de que altos directivos responsables de la bancarrota de las empresas que ellos han administrado cobren enormes indemnizaciones al dejar la compañía.
La iniciativa es tímida, porque el voto es meramente consultivo y porque los accionistas se pronunciarán sobre el conjunto de la paga atribuida a la dirección, sin que se haga público el detalle de cada uno de los salarios pactados por la dirección de la empresa con los ejecutivos. Aun así, la ministra Hewitt cree que la medida será efectiva, porque las compañías cometerían una locura si ignoraran un dictamen negativo de sus propios accionistas.
Con una paga media anual de medio millón de libras al año (unos 135 millones de pesetas), los ejecutivos británicos son los mejor pagados de Europa, pero los salarios de los obreros están entre los más bajos de los países desarrollados (20.000 libras al año, 2,7 millones de pesetas), según un estudio realizado el pasado mes de julio.
El prestigio de los ejecutivos británicos ha quedado particularmente malparado en este año de crisis. La indemnización de 300.000 libras que le correspondía al primer ejecutivo de Marconi, lord Simpson, despedido tras llevar la empresa a la más absoluta ruina, fue considerada como una provocación por los arruinados accionistas. Pero no es el único caso. Las crisis de empresas como Railtrack (que acaba de ser intervenida por el Gobierno), Marks & Spencer (que ha cerrado sus tiendas en el continente) o Vodafone contrastan con los estupendos salarios de sus directivos.
