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El Día de la Hispanidad había en Sants tantos policías como violentos

La crítica alienta a los violentos, dice Interior

El número de agentes de las diversas unidades del Cuerpo Nacional de Policía desplegados el pasado viernes con motivo del Día de la Hispanidad era prácticamente el mismo -unos 200- que el de los manifestantes violentos que arrasaron los escaparates y el interior de oficinas bancarias y agencias de seguros en el barrio de Sants al término de una marcha convocada por la Plataforma Antifascista. El Ministerio del Interior criticó ayer que algunos partidos cuestionen de forma sistemática la actuación policial y aseguró que para evitar los incidentes hubiera sido necesario un número muy elevado de agentes porque los manifestantes estaban muy bien organizados.

La Jefatura Superior de Policía declinó ayer facilitar las cifras de los agentes que intervinieron en el dispositivo del 12 de octubre, cuando se había convocado una manifestación ultraderechista en la plaza de Sant Jordi de Montjuïc y otra antifascista en Sants. Al acabar esta última marcha, unos 200 manifestantes intentaron acceder a Montjüic y la policía se lo impidió. Al poco, se produjo una batalla campal en Sants, en el que resultaron asaltadas varias sucursales bancarias. Diversos testigos aseguran que la policía tardó más de media hora en llegar al lugar donde se producían los destrozos.

Pese al hermetismo policial, fuentes solventes aseguraron que se desplegaron 22 furgonetas de las Unidades de Intervención Policial (los antidisturbios), en las que pueden viajar siete agentes. A ellos han de sumarse casi una treintena de policías de paisano y los agentes de las unidades radiopatrulla. Más de 200 policías.

Las barricadas contra la policía se iniciaron en la confluencia de las calles de Mèxic y Sant Fructuós, minutos antes de las 13.00 horas, adonde los agentes tardaron más de un cuarto de hora en vencer los obstáculos. Cuando eso ocurrió, tuvieron que sortear otras barricadas, y así sucesivamente, aseguraron fuentes policiales. El resultado fue que cuando llegaron, sobre las 13.30 horas, a la carretera de la Bordeta y a la calle de Gavà, los escaparates ya estaban destrozados desde hacía media hora, según explican los vecinos.

Un portavoz del Ministerio del Interior explicó que la prioridad era evitar el cuerpo a cuerpo entre un los manifestantes antifascistas de Sants y los ultras. Cumplido ese objetivo, explican las mismas fuentes, el siguiente era evitar los destrozos, pero los manifestantes usaron tácticas de guerrilla urbana. 'A lo mejor con miles de policías se les podía contener, pero no los tenemos', explicaron las mismas fuentes. Algunos testigos contradicen la versión oficial y relatan que la mayoría de las dotaciones policiales estuvieron durante casi toda la mañana en los alrededores de la concentración de unos 300 ultraderechistas. Según esas mismas fuentes, la policía permaneció un buen rato en Montjüic, pese a que ya se había contenido el paso de los manifestantes violentos.

'Preparados para liarla'

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Fuentes policiales explican que aunque la policía hubiera tomado todo el barrio de Sants, los destrozos se hubieran producido igualmente porque 'algunos manifestantes iban preparados para liarla y se hubieran ido a otro barrio' de la ciudad.

El portavoz del Ministerio del Interior censuró a algunos medios de comunicación y a los partidos políticos que sistemáticamente cuestionan a la policía, en referencia a Esquerra Republicana e Iniciativa. 'Siempre hay motivo para criticar a la policía. Si carga, porque carga, y si no, porque no carga. Eso, hace envalentonar a los grupos violentos', aseguró.

La intervención policial se saldó con la detención de 28 jóvenes, siete menores, que quedaron bajo la tutela paterna. Los otros 21 fueron puestos en libertad tras declarar ante el juez, aunque están acusados de lesiones, daños y atentado a la autoridad.

Por otra parte, anoche, un grupo de okupas formado por unas 80 personas causaron destrozos en cajeros automáticos y contenedores de basura en las calles Escorial, Torrent de l'Olla y Encarnació durante una manifestación de protesta por el desalojo de una casa ocupada en el barrio de Gràcia de Barcelona. Fuentes policiales aseguraron que no se practicó ninguna detención y que el desalojo del inmueble conocido como Casal Ovidi Montllor se había realizado por la mañana sin incidentes.

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