_
_
_
_
_
FÚTBOL | Octava jornada de la Primera División

Rivaldo prefiere reservarse

Àngels Piñol

Rivaldo prefirió ayer no forzar su participación en el partido ante el Valencia y dejar sólo en el recuerdo la imagen de la extraordinaria chilena que logró precisamente ante el mismo rival en el último segundo de la última Liga. El brasileño, que había sido abucheado el miércoles ante el Olimpyque de Lyón pese a jugar con una gastroenteritis, hizo ayer por la mañana una mueca cuando Carles Rexach, técnico del Barça, le confirmó en el hotel de concentración del equipo su alineación en el Camp Nou. 'Él estaba para jugar porque si no ya no habría ido convocado', aclaró el entrenador. 'Pero cuando le pregunté cómo estaba físicamente me dijo que se sentía flojo y que, además, tenía ligeras molestias en la rodilla. Dijo que prefería estar al 100% ante el Bayer Leverkusen y ya está. El jugador siempre decide'.

Más información
Duelo de fajadores en el Camp Nou

No hizo Rivaldo nada extraordinario: inhibirse como hizo, por ejemplo, Saviola el día del Deportivo u Overmars cuando dijo que, pese a estar recuperado de su lesión, no sentía confianza para jugar ante el Olympique en la Liga de Campeones el día en que el encuentro fue aplazado por los atentados en Estados Unidos. Pero Rivaldo casi nunca falla -se ha perdido este año, entre las lesiones y sus citas con Brasil, más partidos que en sus cuatro primeras temporadas en el Barça- y por eso causó una sorpresa mayúscula ver que no figuraba en la alineación. Quizá pesaron los pitos que recibió el miércoles cuando el partido se complicó. Rivaldo, falto de forma, falló dos goles cantados y el público se le echó encima a medida que avanzó el partido sin atender que acababa de salir de una lesión y que había llegado de Brasil enfermo y con el tiempo justo. La grada siempre se muestra extremadamente severa con él, a diferencia del trato que dispensa a otros. Posiblemente, el brasileño se libró ayer de ser de nuevo el cabeza de turco.

'Está un poco flojo. Y él ya dijo que no es una máquina', señaló Rexach asegurando que los abucheos no habían influido en su decisión. El técnico, en los últimos días, se ha erigido en el mejor valedor del brasileño al avisar el sábado que el jugador, cabeza de turco cuando el Barça chirría, está a un paso de dejar de disfrutar con el fútbol. 'Es que tanto aquí como en Brasil parece que sólo le queramos para que meta dos goles, se marche y disfruten otros. Y lo que hace con tantos viajes es un sacrificio muy grande', abundó el entrenador a quien no le interesa tener el menor roce con Rivaldo después de obligarle hace tres semanas a realizar un viaje en balde: el zurdo viajó desde Brasil para jugar en Anoeta y luego fue descartado por precaución.

Por su parte, Cañizares, relevado por Palop en el minuto 29 tras un encontronazo con De Boer, estará un mes de baja. El portero valencianista, que fue examinado en una clínica barcelonesa, sufre rotura de una costilla según informó el médico del club valenciano Jordi Candel.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_