Los fondos pierden un billón

Los fondos de inversión han sufrido también la crisis de los mercados en los que invierten. En septiembre, según datos de Ahorro Corporación, se esfumaba un billón de pesetas, por lo que estos instrumentos mueven ahora 28 billones de pesetas. De esta cuantía perdida, las dos terceras partes corresponden a la depreciación de las participaciones de los fondos, y una tercera parte (210.000 millones de pesetas) a la retirada de dinero por parte de los ahorradores en busca de otros productos de inversión o del consumo puro y duro.

Según apuntan desde la gestora del BBVA, esta cifra de salidas netas de los fondos equivale al 0,73% del patrimonio total y es inferior a la que se ha producido en otros momentos de bajadas bursátiles normales, sin las circunstancias traumáticas de septiembre. 'Así, por ejemplo, en cuatro meses del 2000 hubo salidas netas superiores a las de septiembre pasado, y en enero y febrero de 2001 las salidas netas superaron los 500.000 millones', apuntan.

Después del atentado, se han registrado, por vez primera, problemas para rescatar el dinero en fondos invertidos en Estados Unidos

Además, se ha producido una recomposición hacia carteras más conservadoras, aumentando el patrimonio de los fondos de dinero. Este sesgo más conservador de los ahorradores que huyen de la renta variable también se aprecia en los productos que ofrecen las gestoras de fondos. En septiembre sólo se han constituido siete nuevos fondos de inversión, de los que cuatro de ellos pertenecían a la categoría de garantizados.

Las salidas se concentraron en los FIM con mayor o menor proporción de renta variable (310.000 millones). Y fueron, en gran medida, compensadas por entradas netas en FIM de renta fija pura (20.000 millones) y, sobre todo, fondos monetarios (200.000 millones). Por su parte, los garantizados experimentaron una caída de 120.000 milones, que básicamente responde a fuertes vencimientos en el mes, y no a decisiones de los partícipes.

Problemas de liquidez

En la crisis de los mercados en septiembre se han observado diferencias importantes en la respuesta a las peticiones de retirada de dinero por parte de las distintas entidades. Las circunstancias eran difíciles, porque la Bolsa de Nueva York estuvo cuatro días cerrada, y no era posible valorar participaciones en un gran número de fondos que incorporaban acciones estadounidenses.

Según apuntan desde la gestora del BBVA, ellos tomaron la decisión, de acuerdo con la CNMV, de ofrecer liquidez a todos los partícipes de los fondos afectados. Para ello, se anticipó una proporción del último valor liquidativo conocido para hacer una liquidación residual, una vez que abrió la Bolsa de Nueva York.

Esta medida fue seguida por otros bancos, pero los clientes de algunas gestoras que no adoptaron esta decisión tuvieron que esperar hasta la apertura de Nueva York y Nasdaq para poder rescatar su dinero.