Bronce europeo en baloncesto
España, campeona en 1993, vuelve al podio al vencer a Lituania
El baloncesto femenino español escribió ayer en Le Mans (Francia) otra página brillante. Con su autoritaria victoria sobre Lituania (89-74), España fue fiel a su excelente rendimiento en el Campeonato de Europa y concluyó la tercera. El título fue para Francia, que superó a Rusia por 73-68.
Una vez clasificada para el Mundial de 2002, en China, gracias a su éxito en los cuartos de final ante Hungría y a pesar de que no pudo sorprender a la poderosa Rusia en las semifinales, España logró la medalla de bronce al derrotar a Lituania, la campeona en 1997. Hace dos semanas, el equipo masculino había logrado lo propio en Turquía. Pero las concomitancias acaban ahí.
Mientras que los hombres han formado parte de la élite durante muchos años, las mujeres han estado alejadas casi siempre de los puestos estelares o incluso ausentes de las fases finales de los Europeos. Paradójicamente, sin embargo, mientras que ellos nunca han logrado el oro, ellas lo consiguieron en 1993. Pero ésa era hasta ahora la única medalla femenina.
LITUANIA 74| ESPAÑA 89
Lituania: Vadaplaite (14), Brazdeikyte (7), Abromaite (8), Sinskiene (2), Berukstiene (11), Baranauskaite (4), Aleliunaite (2), Dambrauskaite (6), Vilutyte (20) y Kurtinaitiene (0). España: García (7), Anula (28), López (16), Pons (13), Cebrián (9), Aguilar (0), Sánchez (9), Gallego (0), Zurro (2), Mirchandani (0) y Ferragut (5). Árbitros: Bichon (Francia) y Janac (Eslovaquia). Unos 2.500 espectadores.
Ayer, con dos supervivientes de aquel equipo, Elisabeth Cebrián y Marina Ferragut, España volvió a subir al podio, esta vez al tercer escalón. Su triunfo se basó en el espléndido rendimiento bajo los aros gracias a esas dos veteranas, con experiencia en la Liga profesional norteamericana con el New York Liberty, a las que se unió otra magnífica pívot, Ingrid Pons, y el talento de jugadoras como las canarias Nieves Anula -participante en un torneo de triples de la ACB- y Rosi Sánchez o la alicantina Alicia López. La labor se completó con una defensa compacta, la rapidez en las transiciones y una sobresaliente concentración: 29 tiros libres sin fallo ante Hungría.
'La medalla es gracias al espíritu de grupo. Esta selección no ha llegado a su tope. Muchas jugadoras apenas tenían experiencia internacional. Hay que seguir trabajando para mejorar o repetir los éxitos', dijo el seleccionador Vicente Rodríguez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.