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LA QUIEBRA DE UNA EMPRESA.

El empresario rehúsa disputas políticas

El presidente de MasTec, Jorge Mas Santos, afirmó ayer que no está dispuesto a participar en 'disputas políticas' por Sintel, en el caso de que se le pida testificar como imputado. Respecto a si atendería un requerimiento de la Justicia española para viajar a España y estar presente en un futuro juicio, Mas Santos eludió contestar la pregunta directamente e indicó que su empresa 'siempre colaborará con tal de que [dicho requerimiento] sea hecho con buena fe, porque no estamos dispuestos a pagar un precio por disputas políticas'.

Al mismo tiempo denunció que la Embajada de Cuba en Madrid 'ha tenido mucho que ver con los sindicatos de Sintel para perseguir a cubanos que queremos la libertad y la democracia en nuestra patria', aunque no quiso comentar en qué terminos había sido la colaboración. Asimismo, subrayó que no ha recibido 'ninguna notificación de fianza colectiva o algo parecido', en referencia a las actuaciones del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. 'Conozco a muchas personas que se les ha notificado alguna acusación, pero a nosotros no. Obviamente, hemos hecho todo de manera transparente y vendimos Sintel en 1998. Sé, por lo que leo en la prensa, que se cuestionan hechos que ocurrieron en 2000 y 2001 y para eso, tendrán que ir a buscar otros accionistas', explicó el presidente de Mastec, compañía que compró Sintel a mediados de 1996 y la vendió a finales de 1998, según sus directivos.

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Mastec siempre ha defendido que vendió el 87% de Sintel en diciembre de 1998 por 40 millones de dólares (7.200 millones de pesetas) -entre los que se encontraban 15 millones (2.700 millones de pesetas) en plazos que quedaban por pagar a Telefónica- a un grupo de empresarios entre los que se encontraban Ricardo Campos, Juan Antonio Casanova y los directivos Carlos Tejera y Jesús Roa. A comienzos del pasado año, Mastec se desprendió del 13% que le quedaba en Sintel gracias a un derecho de venta que poseía por un total de 4 millones de dólares (720 millones de pesetas), dinero que aún no han recibido del grupo de propietarios, según Mas Santos.

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