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El Gobierno recuerda a Ibarretxe que ya ofertó negociar el Estatuto

EA amenaza con un conflicto constitucional si no hay avances

El Gobierno respondió ayer al lehendakari Juan José Ibarretxe que no va a constituir una ponencia específica para negociar las transferencias pendientes. Además, le recordó que todavía no ha recibido una respuesta a la oferta del ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, para estudiar las competencias una a una. Eusko Alkartasuna (EA) anunció que si no hay avances irá a 'un conflicto constitucional'.

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La vuelta a la arena política del lehendakari Ibarretxe, quien emplazó al presidente del Gobierno, José María Aznar, a crear con carácter urgente un órgano para negociar el Estatuto de Gernika, fue respondida ayer por el Ejecutivo central con una negativa, pero sin dar un portazo.

Fuentes del Ministerio de Administraciones Públicas se limitaron a recordar que la creación de una comisión política negociadora del autogobierno ya fue rechazada por Aznar, y que esa decisión no va a sufrir alteración alguna, pero también indicaron que eso no significa una negativa al diálogo institucional. El Gobierno mantiene su oferta al Ejecutivo vasco para negociar las competencias pendientes, pero una por una y siempre a través de las correspondientes comisiones mixtas, tal y como el ministro de Administaciones Públicas, Jesús Posada, ofertó al Ejecutivo autónomo en agosto en una carta que no ha sido respondida.

El lehendakari denunció el viernes, tras la primera reunión del Consejo de Gobierno tras el periodo vacacional, que Aznar está liderando un 'proceso de regresión autonómica sin precedentes' en la democracia, y le pidió la adopción de medidas excepcionales para poner fin a esa situación. Según el Gobierno vasco, las transferencias pendientes son 37, entre ellas el INEM y la Seguridad Social.

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Así las cosas, el socio político del PNV en el Gobierno vasco, Eusko Alkartasuna, tensó aún más el debate al amenazar con ir a un 'conflicto constitucional' si después de un periodo 'razonable' de negociación se ve que el Gobierno bloquea cualquier acuerdo sobre competencias pendientes.

El secretario de Organización de Eusko Alkartasuna, Rafael Larreina, comentó ayer que ya 'es hora de dejar de marear la perdiz' con este tema y reclamó el cumplimiento íntegro del texto legal que aprobaron la mayoría de los vascos en 1979.

El libro rojo

En consonancia con el discurso de Ibarretxe, EA también se mostró dispuesto a agotar los procedimientos políticos, judiciales y sociales. Pero si todo eso fracasa, el portavoz de EA dijo que utilizará 'el libro rojo' de EA, en el que se dice que 'hay que aceptar lo que diga la mayoría vasca de forma pacífica y democrática, independientemente de lo que diga el Gobierno central'.

Aunque no precisó en qué consistiría exactamente ese procedimiento, Larreina dijo: 'Si después de un proceso negociador hay un acuerdo que obtiene el respaldo mayoritario de la ciudadanía de forma democrática y pacífica y eso se bloquea de forma antidemocrática y desde la violencia de la razón de Estado por parte del Gobierno central, entonces esa mayoría democrática habrá que llevarla adelante, si hace falta recurriendo al conflicto constitucional'.

Sin embargo, quien se refirió con mayor claridad al cambio de marco político fue Izquierda Unida. La eventual reforma de la Constitución fue objeto de debate por parte del partido que ya está en nuevas conversaciones con PNV y EA para entrar en el Gobierno vasco con una consejería.

El coordinador general de IU-EB en Guipúzcoa, Antton Karrera, dijo ayer que entiende al presidente de la Ejecutiva del PNV, Xabier Arzalluz, cuando asegura que el marco constitucional no le satisface. En su opinión es 'razonable y democrático' que el PNV se sienta incómodo con la Constitución. 'IU-EB tampoco se siente cómodo con una Carta Magna que impone la monarquía, refuerza el papel del Ejército o niega el derecho de autodeterminación', añadió Karrera.

En consecuencia, se mostró partidario de una reforma constitucional que 'puede y debe' hacerse si se trata de profundizar en la democracia. Para Karrera 'sólo los inmovilistas y los más retrógrados se pueden oponer a emprender esta vía, que no tiene por qué llamar a escándalo alguno', concluyó.

Estatuto nacionalista

A todos ellos respondió el presidente del PP de Vizcaya y portavoz parlamentario Leopoldo Barreda al asegurar que los nacionalistas e IU hacen una lectura nacionalista del Estatuto, y no una lectura constitucional. Para Barreda es difícil de comprender que Ibarretxe exija el cumplimiento del Estatuto de Gernika mientras Arzalluz critica la Constitución. 'Autonomía e independencia son incompatibles y no se puede poner el autogobierno al servicio de la independencia', explicó Barrera.

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