_
_
_
_
_
Crónica:ALMERÍA | LA LIDIA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Triunfos lejanos

Triunfos lejanos no en el tiempo, sino porque se produjeron muy lejos de los toros. Los dos primeros toros salieron para fastidiar el pasodoble: la apariencia del primero era goyesca y, tras una vara, va y se cae. Peor fue lo del segundo, fuera de tipo, escurrido y mal afeitado, patiabierto de atrás y cojo de delante.

Rivera respondió en valiente, en jugársela con nada en la media arrancada y atropellar la razón en el sentido de exponer demasiado donde no había nada que sacar. No se miró la taleguilla después de verse prendido.

Ruiz Manuel, en cambio, encontró un resquicio: como una consumada figura, realizó una faena de enfermería que mantuvo al toro en pie, salvo en tres o cuatro ocasiones. Le ganó la partida, puesto que el animal, mal picado, podía haber terminado mandando.

Pilar / Rivera, Ruiz, Morante

Toros de El Pilar, mal presentados; 1º, 3º y 6º, sin fuerza; 2º, inválido; 4º, sobrero de la misma ganadería y 6º, bravos. Rivera Ordóñez: estocada honda atravesada (ovación y saludos); pinchazo, estocada baja (oreja). Ruiz Manuel: estocada desprendida, dos descabellos (oreja); estocada baja (dos orejas). Morante de la Puebla: estocada baja (oreja); pinchazo, estocada (oreja). Plaza de Almería, 23 de agosto. 5ª de abono. Tres cuartos de entrada.

Tampoco era un dije el primero de Morante: fuera de tipo, escurridísimo, cuesta arriba y flojo. No hay duda de que vimos a un Morante cambiado, seguro de sí mismo, que ha encontrado su sitio frente al toro, lo que le permite sonreír constantemente. Lo malo del sitio es que está muy lejos del toro.

Con el capote estuvo pendiente de la compostura más que de la templanza, y con la muleta sólo embarcaba con el pico el pitón interior del pase. También la emprendió a molinetes a toro muerto. En el último, entre caídas, picos, carreras, posturas y lejanías hubo demasiado barullo.

Rivera aguantó de largo las embestidas del cuarto, unas veces mejor y otras peor, pero el toro llevaba en sí mismo la emoción.

Ruiz Manuel, por su parte, triunfó en figura, fuera de cacho y perdiendo terreno. Además, cuando le tocó matar, mató abajo, aunque se la jugó al entrar.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_