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Supuestos grupos antiglobalización destrozan dos bancos y una sucursal de Fiat en Vallecas

Un panfleto justifica la acción en respuesta a la muerte de un activista en los incidentes de la cumbre del G-8

Además, la cristalera de otra oficina bancaria de Cajamadrid, situada junto a la de La Caixa, fue destrozada a golpes.

Un panfleto hallado en el establecimiento de venta de coches reivindicó los hechos como 'una respuesta' contra el 'asesinato' del activista Carlo Giuliani, el joven de 23 años fallecido el viernes pasado en Génova durante los violentos incidentes desatados en la ciudad italiana que acogía la cumbre del G-8, que reunió a los ochos países más industrializados del mundo. Giuliani murió tras recibir el disparo de un policía en la cabeza y ser atropellado dos veces por el vehículo en el que viajaba el agente con otros carabinieri.

Incendio

Los actos vandálicos de Vallecas comenzaron sobre las 3.45 del jueves. A esa hora, un grupo indeterminado de personas arrojó un artefacto incendiario en el interior de la oficina de La Caixa, provocando un rápido estallido de fuego. Los bomberos del Ayuntamiento desplazados al lugar tardaron más de media hora en apagar las llamas. La policía sospecha que los responsables del incendio fueron los mismos individuos que atacaron con objetos contundentes otra oficina bancaria próxima, en este caso de Cajamadrid, causando destrozos en el ventanal.

Apenas un cuarto de hora después, en el número 4 de la avenida de Santa Eugenia, una bomba de fabricación casera -compuesta por una olla exprés en cuyo interior había dos bombonas de cámping-gas- explotó en la puerta del concesionario Ramargo, un establecimiento de venta de automóviles de las marcas italianas Fiat y Lancia.

La onda expansiva y la tornillería que contenía el artefacto explosivo causaron daños a tres coches aparcados en las proximidades. 'Una tuerca grande como una nuez ha atravesado uno de los coches de lado a lado. El valor de los daños causados, sumando el mobiliario, las lunas del escaparate y los vehículos, es de unos seis millones de pesetas', explicó ayer el gerente de Ramargo, José Luis González.Los agentes de la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía recogieron, en el concesionario de coches de la avenida de Santa Eugenia, unos panfletos sin firma ni sello de organización alguna en los que se lee: 'Esta acción llevada contra este establecimiento es una de las respuestas contra el asesinato de nuestro compañero Carlo Giuliani; crimen de Estado que esperamos no quede impune. La policía fue la autora material de este crimen, pero los autores reales del asesinato han sido los de siempre, los que hicieron de Génova un Estado policial, los países más poderosos del planeta (países que destruyen la tierra, mantienen la explotación, la desigualdad, la opresión y un largo etcétera)'. El escrito finaliza: 'Por eso seguiremos luchando contra todos ellos. ¡Contra el capital y sus perros guardianes! ¡Policía asesina! La lucha continúa...'.

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El vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, atribuyó ayer la autoría de los actos vandálicos al movimiento antiglobalización. 'Es una hipótesis muy segura' que los responsables de los acontecimientos violentos pertenezcan a 'grupúsculos violentos del entorno de los grupos antiglobalización', declaró el titular de Interior en una rueda de prensa ofrecida ayer tras la firma de un acuerdo con Marruecos en materia de inmigración. Rajoy añadió que en los grupos antiglobalización hay 'personas normales que manifiestan sus discrepancias y distintos grupos de muy diversas ideologías y con distintos objetivos que, entre otras cosas, generan y provocan actitudes de gran violencia'.

Por su parte, el Movimiento de Resistencia Global (MRG), que aglutina a los colectivos antimundialización de toda España, se desmarcó ayer de los hechos. 'No tenemos nada que ver con lo ocurrido, jamás se nos hubiera pasado por la cabeza', aseguró un portavoz del MRG. 'Nos da la impresión de que se está continuando con la misma táctica seguida por los servicios secretos de la policía italiana, que colocaron dos paquetes bomba y culparon de ellos a los manifestantes para así justificar el empleo de la violencia en las protestas', añadió. 'Además', continúa, 'es muy sospechoso que los actos vandálicos hayan ocurrido el mismo día en el que hay convocada una manifestación por lo ocurrido en Génova'. 'Detrás de todo esto hay una mano negra y no acusamos ni al ministro del Interior ni a la policía porque sería un delito, pero nos da la impresión de que los poderes públicos están jugando sucio', concluyó. La manifestación convocada ayer frente al Ministerio de Asuntos Exteriores, en la que participaron unas 500 personas, se desarrolló sin altercados. En ella participó la ex diputada de IU por Madrid Ángeles Maestro, responsable de la lucha contra la globalización en la coalición de izquierdas, quien negó la participación del MRG en los hechos.

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