Sam Neill endurece al doctor Grant en 'Parque Jurásico 3'

No pertenece a la casta de las estrellas de Hollywood aunque se codea con ellas desde hace un montón de años. En su larga carrera como actor, en la que constan casi 70 títulos, ha hecho casi de todo. Aun así, tal vez su nombre no les suene. Veamos: seguramente recuerdan la escena de El piano en la que el marido de Holly Hunter le amputa un dedo, preso de los celos por su infidelidad con Harvey Keittel. Pues sí, ese reprimido sexual del machete es Sam Neill. Bueno, no él, claro, sino Alisdair Stewart, a quien encarnaba. El actor está de actualidad. Acaba de llegar a España una de sus últimas películas, la comedia australiana La Luna en directo, y, a finales de julio, se estrenará otra, la superproducción Parque Jurásico 3.

Nacido en 1947 en Omagh, Irlanda del Norte, pero trasplantado a Nueva Zelanda siendo muy niño, Neill ha demostrado ser un actor versátil, y en el cine ha transitado por géneros diversos. Su nombre aparece en los créditos de cintas comerciales de éxito, pero también en producciones independientes, filmes de serie B y telefilmes. Precisamente ahora se encuentra en Winnipeg, Canadá, rodando junto a Rob Lowe Framed, una película basada en una famosa serie televisiva de la BBC. Desde allí, Neill mantuvo una conversación telefónica con EL PAÍS, en la que aseguró que no le importuna no ser tan popular como otros de sus colegas, nativos, igual que él, de Nueva Zelanda o de la vecina Australia. Por ejemplo, Mel Gibson, Nicole Kidman o Russell Crowe. 'Al contrario, en mi carrera, que no he cuidado demasiado, de lo que estoy más satisfecho es de ser sólo semifamoso, a diferencia de algunos de mis amigos que son megafamosos', comentó, y añadió que siempre ha escapado de la popularidad. 'Nunca he tenido publicista y no voy a demasiadas fiestas. Prefiero estar con mi familia, cuidar mis viñedos y mantenerme fuera de la vista del público'.

A través del auricular, parecía más identificado con Cliff Buxton, su personaje en La Luna en directo, que con el doctor Alan Grant, el de Parque Jurásico 3. 'Cada vez que me ponía la pipa en la boca y me colocaba la chaqueta de lana, me sentía tan cómodo como si me hubiese calzado un par de zapatillas viejas', recordó de su caracterización del excéntrico astrónomo gracias al cual -y a su criatura: una parabólica del tamaño de un campo de fútbol- pudo ser retransmitido por televisión al mundo el alunizaje del Apolo XI. En cambio, cuando comentó su relación con Alan Grant -papel que hizo en Parque Jurásico- fue más lacónico: 'Es el mismo personaje; ahora más viejo, más duro y más sabio. Seguramente como yo mismo'. ¿Y los dinosaurios, más digitales? 'No crea, no tanto. También los hay mecánicos. De todos modos, son más sofisticados que los demás actores, los de carne y hueso', dijo entre risas.

'¿Por qué esta mezcla de grandes títulos y películas pequeñas en su filmografía?'. 'No doy ninguna importancia al presupuesto de una película', contestó, 'lo que tengo en cuenta es el personaje y la historia. También me interesa trabajar en lugares distintos. Tal vez porque procedo de un país aislado'.