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Reportaje:

Se acabaron los chistes de sal gorda

Aumentan los locales que ofrecen monólogos de humor 'inteligente', a imitación de Estados Unidos

Si usted es el típico gracioso que tiene a sus amigos partidos de la risa mientras les cuenta una anécdota, entonces tiene su futuro claro: el monólogo de humor. Desde que programas como El club de la comedia (Canal +, Tele 5) o Nuevos cómicos (Paramount Comedy, en Canal Satélite Digital) han puesto de moda este humor son muchos los locales de Madrid que se han apuntado a la novedad.

El monólogo de humor, o stand-up comedy, surgió en Estados Unidos. Durante los años sesenta, el género prosperó en este país gracias a una red de clubes nocturnos en los que jóvenes actores contaban al público una historia cotidiana con algunos puntos de humor. De estos bares salieron reyes de la comedia como Eddie Murphy, Billy Cristal o Woody Allen. Ahora le toca el turno a los locales madrileños, como el bar Gandario (C/ Bravo Murillo, 364) o el café Garibaldi (C/ San Felipe Neri, 4).

En el escenario, un humorista entre 25 y 35 años, vestido de manera informal. Enfrente, un público juvenil. 'Somos una generación que ya no nos gustan las gracias sobre mariquitas o gangosos', afirma Agustín Jiménez, humorista. Agustín empieza su actuación. Es miércoles por la noche y el café Garibaldi está lleno. Agustín suelta el primer chiste sobre mujeres que no se depilan. La gente se ríe y aplaude. Y es que no hay mejor método para hacer reír que meterse con los demás.Frente al público, el humorista se puede presentar de tres formas: riéndose de los demás, de sí mismo o el que va de superhombre. Carlos Ramos, de 30 años, prefiere este último estereotipo. 'Es más fácil conectar con el público si vas de perdedor, pero a mí me gusta más el papel del que se le dan muy bien las mujeres', explica. Carlos, de día, es informático. Vivir del monólogo de humor es un sueño, de momento, inalcanzable. 'Si te va bien, puedes hacer tres galas a la semana, pero ni así te da para vivir ', asegura.

Por norma general, son pocas las mujeres que se animan a hacer este tipo de humor. Belén Rubio, de 32 años, es una de ellas. Belén actúa en el Garibaldi por primera vez. Unas cámaras de Paramount Comedy la están grabando. Si a los responsables del programa Nuevos cómicos les gusta, el siguiente paso es rodar para la televisión. 'Lo único que les pedimos es que escriban ellos mismos el texto, no tienen que saber de teatro', afirman desde la cadena.

Ricardo Castella, por ejemplo, ha sido guionista antes que actor. 'Yo escribía, pero nunca había interpretado. Un día me animaron, y aquí estoy'. Ricardo se enfrenta, una noche más, al miedo de quedarse en blanco frente al público. 'No me creo que alguien que va a actuar no tenga nervios. Aunque lo que llevo peor', asegura, 'es cuando suena un teléfono móvil entre el público'.

Agustín Jiménez, actor que se dedica al monólogo de humor, en una de sus actuaciones en el café Garibaldi.
Agustín Jiménez, actor que se dedica al monólogo de humor, en una de sus actuaciones en el café Garibaldi.PARAMOUNT COMEDY
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