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El cardiólogo Valentí Fuster pone a punto una técnica para medir el riesgo de infarto

El cardiólogo español Valentí Fuster tiene ya a punto un nuevo método no invasivo capaz de determinar el estado de las arterias sin necesidad de inyectar ningún contraste, y predecir por tanto de forma inocua el riesgo de sufrir un infarto o un derrame cerebral. Fuster viene trabajando en esta técnica desde hace más de cinco años. Tras superar con éxito las pruebas de la fase experimental en el hospital Mount Sinai de Nueva York, cuyo Instituto de Cardiología dirige Fuster, comenzará a aplicarse en varios hospitales de Estados Unidos en los próximos meses, según ha anunciado el cardiólogo en el curso del congreso nacional que la Sociedad Española de Arteriosclerosis celebra en estos días en Barcelona. Valentí Fuster ha aclarado que la nueva técnica tardará todavía un tiempo en generalizarse en la práctica clínica de los hospitales españoles.

Fuster se ha mostrado siempre muy esperanzado en los buenos resultados de esta técnica. En una entrevista concedida a este diario en agosto pasado en Santander, durante su estancia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Fuster ya advirtió que pese a los buenos resultados obtenidos en los 150 pacientes tratados hasta entonces, el procedimiento tardaría en estar disponible. El problema reside en su alta complejidad técnica -requiere un equipo numeroso y bien formado, integrado incluso por físicos- y también en el alto coste que supone su aplicación.

Resonancia magnética

El método utiliza la técnica de la resonancia magnética de alta definición para obtener las imágenes del interior de las arterias. La introducción de isótopos radiactivos en el torrente sanguíneo y su seguimiento mediante tomografía axial computerizada permite asimismo observar el riego sanguíneo de una determinada zona del corazón o del cerebro. En un artículo publicado por la revista Circulation del pasado 1 de agosto, el equipo de Fuster daba cuenta del buen resultado obtenido por la nueva técnica en un estudio realizado en 13 pacientes, ocho sin antecedentes coronarios y cinco con enfermedad cardiaca diagnosticada.

El nuevo procedimiento no invasivo permitirá observar la formación de placas de ateroma en la arterias en fases muy tempranas. La posibilidad de descubrir la arteriosclerosis en las fases iniciales del proceso de obturación de las arterias permitirá tratar la enfermedad de forma precoz y evitar así que evolucione hasta provocar un accidente cardiovascular. El nuevo método también permitirá realizar un seguimiento de la evolución de un paciente a lo largo del tiempo. Al tratarse de un método no invasivo, la nueva técnica supone un importante avance en el diagnóstico de un posible riesgo de infarto en personas que no presentan síntomas. Más de un 30% de las personas que sufren un infarto, lo tienen sin haber presentado antes ningún síntoma que alertara del riesgo.

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