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Los dueños de la sala Caracol denuncian que el Ayuntamiento va a cerrar el local

Los actuales propietarios de la sala Caracol, uno de los locales de música en directo más veteranos y emblemáticos de la capital, emitieron ayer un comunicado en el que denuncian la intención de la concejal presidente de la Junta de Arganzuela, Eva Durán Ramos, de clausurar la sala de forma inminente.

En la nota emitida por los propietarios de la Caracol, éstos aseguran que la orden de precinto les fue comunicada el pasado miércoles, 25 de abril, en una decisión 'carente de justificación y motivación así como de fundamentos jurídicos y amparo procedimental'.

Fuentes del Ayuntamiento de Madrid señalaron a este periódico que la decisión de la concejal presidente de Arganzuela estaba fundada en 'denuncias de los vecinos' respaldadas por un procedimiento judicial que 'seguirá su curso'.

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Según los responsables de la sala, Eva Durán 'permitió el funcionamiento de la Caracol mientras fue de titularidad de dos hermanas de Esperanza Aguirre' (la actual presidenta del Senado era concejal del Ayuntamiento cuando fue expedida la licencia). La sala, continúa el comunicado, 'que tiene licencia de actividad y funcionamiento en vigor desde su inauguración sin que haya sido en ningún momento revocada', no se ha dedicado nunca a otra actividad que la de 'fomentar la música popular y la organización de conciertos'.

Los responsables de la sala Caracol señalan además que la concejal de Arganzuela ha actuado 'de mala fe', negándose a resolver cualquier controversia de forma amistosa y comunicando su 'arbitraria' decisión en vísperas del puente festivo del 2 de mayo, lo que, a su juicio, les deja en situación de 'indefensión para aportar pruebas y alegaciones'.

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El local ahora amenazado de cierre fue gestionado en un principio por familiares de Esperanza Aguirre, pero entre estos primeros propietarios y los actuales ha habido, al menos, otro grupo de gestores diferente. La sala ha acogido todo tipo de espectáculos musicales pero ha hecho hincapié sobre todo en el flamenco.

La posibilidad de que la Caracol sea clausurada levantó ayer las iras de los grupos de oposición municipales. El concejal de IU en el distrito de Arganzuela, Justo Calcerrada, señaló que, aunque hubo cierta polémica hace unos tres años en torno al ruido generado por la sala, no le consta que en los últimos tiempos se hayan producido quejas de los vecinos en este sentido. Calcerrada opinó que el cierre de la sala, al que la formación a la que pertenece tiene intención de oponerse, sería un intento más por parte del Ayuntamiento de apagar los rescoldos 'mortecinos' de la vida cultural de la capital. Además, recordó que la Caracol, amén de ser uno de los últimos 'refugios de la música en directo' de Madrid, también ha servido para realizar actos de IU.

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