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Entrevista:DOMINGO CAVALLO | MINISTRO ARGENTINO DE ECONOMÍA

'Argentina ha resuelto la financiación del sector público'

Domingo Felipe Cavallo tiene en su agenda más de 20 citas diarias y ha aceptado el reto de sacar a Argentina de la crisis. El llamado padre de la Ley de Convertibilidad, que logró derrotar a una inflación endémica y recuperó el crecimiento a tasas superiores al 5%, cumple un mes en el cargo de ministro de Economía, puesto que había ocupado entre 1991 y 1995.

Pregunta. ¿Cómo encontró el estado de la economía, en comparación con su designación a comienzos de los noventa?

Respuesta. Estaba mucho peor en 1991, porque estábamos en medio de la hiperinflación. Además el Gobierno de [Carlos] Menem, del que yo formaba parte, había perdido no sólo popularidad, sino prestigio, mucho más que el Gobierno de [Fernando] De la Rúa en esta oportunidad. Ahora estamos sufriendo una depresión económica y una deflación, que es un problema económico difícil de tratar.

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P. ¿Y las cuentas públicas?

R. Ahora están comenzando a mejorar. En realidad las cuentas públicas estuvieron muy mal en los últimos años de Menem, básicamente en 1999, cuando hubo un nivel de gasto muy elevado y un gran déficit fiscal.

P. ¿Usted atribuye ese descontrol a la ambición por la reelección de Menem?

R. Sí, sin duda. Desde 1997, cuando Menem tomó la decisión de buscar un tercer mandato, autorizó un gasto nacional muy elevado y también facilitó el aumento del gasto en las provincias. Y su ministro de Economía, Roque Fernández, promovió impuestos que frenaron la inversión y le quitaron competitividad a la economía porque encarecieron los costes de producción. El Gobierno de De la Rúa logró una cierta reducción del gasto nacional durante el año 2000 y sigue trabajando para reducirlo aún más en 2001. Pero, además, ahora están todos los Gobiernos provinciales tratando de rebajar el gasto de las jurisdicciones locales.

P. En los círculos económicos y financieros se afirma que Argentina no está pagando nada de los intereses de su deuda externa y que no tiene dinero siquiera para afrontar los salarios de la Administración.

R. Eso es una burda mentira. Lo que pasa es que hay una serie de delirantes, incluidos algunos profesores universitarios que escriben en Estados Unidos, que no saben de lo que hablan. Argentina tiene resuelto totalmente la financiación de su sector público para el año 2001, con los desembolsos que se van a producir conforme al paquete financiero que se aprobó a fines del pasado año, con las colocaciones normales de letras del Tesoro y con una colocación de bonos que ya hemos hecho hace diez días por 3.500 millones de dólares. Todo en el mercado local. No vamos a necesitar salir al mercado internacional en los próximos meses. Sólo lo haremos cuando las tasas de interés sean suficientemente bajas como para reemplazar deuda más cara y mejorar el costo y el perfil de nuestra deuda externa. Así que, aquellos que dicen que Argentina puede tener un problema de incapacidad de pago, simplemente no saben de qué están hablando.

P. Pero de hecho usted se encontró con un déficit sustancial imprevisto, estimado en más de 1.000 millones de dólares, en las cuentas públicas durante el primer trimestre de este año.

R. Lo del primer trimestre es un desvío con respecto a las metas que se habían anunciado, pero que tiene que ver con la continuidad de la recesión. El problema de Argentina es la falta de crecimiento y la solución es lograr el crecimiento económico. Por eso el plan que pusimos en marcha es para volver a crecer. Es un plan que ataca el problema central, que es la depresión económica y la depresión anímica de los argentinos.

P. ¿En qué consiste ese plan? Usted habrá escuchado también que la pregunta de estos días es: ¿pero Cavallo tiene un plan?

R. Bueno, el plan es clarísimo y ya está en marcha. Es un plan que se denomina Plan de Competitividad. Es un conjunto de medidas de naturaleza fiscal, desregulatorias, que abren muchas oportunidades de inversión y que permiten aumentar la productividad. Un plan que estamos instrumentando sector por sector, comenzando por los más desfavorecidos por la fuerte apreciación del peso. Además es un plan que se inserta dentro de un perfeccionamiento del régimen monetario de la Argentina, que es muy bueno y nos permitía relacionarnos muy bien con Estados Unidos, pero no con Europa. Ahora estamos avanzando hacia una extensión de la convertibilidad para que nuestra moneda sea estable no sólo con respecto del dólar, sino con relación al euro. Todo esto está funcionando muy bien y tenemos una muy clara estrategia de crecimiento económico. Que ya ha empezado a rendir frutos y ha cambiado el estado de ánimo de los argentinos. Ése es el requisito previo para que haya reactivación y para que puedan aumentar las inversiones y se logre un vigoroso crecimiento.

P. ¿Puede explicar esta reforma de la Ley de Convertibilidad? Pero, en especial, ¿por qué ahora y para qué ahora, cuando la situación de los mercados tendía a calmarse después de casi tres meses muy agitados? Aún cuando se apruebe, la nueva ley no tendrá efectos prácticos hasta que el euro alcance la paridad con el dólar.

R. Bueno, por de pronto, esto le ayuda a entender a la gente qué significa tener un régimen monetario y no, simplemente, un sistema cambiario. Un régimen monetario es un régimen previsible, tan previsible que se puede introducir una modificación discutiéndola en el Congreso sin que nadie se sobresalte porque no hay ninguna sorpresa. Los regímenes cambiarios, de los que hablan otros países, sobre todo cuando tienen monedas inconvertibles, son regímenes que siempre producen sorpresas. De la noche a la mañana, un banco central, un presidente o un ministro de Economía deciden devaluar y le pegan un zarpazo a los salarios o a los ahorros de todos los habitantes. Eso no puede ocurrir en Argentina, porque tenemos un régimen que llamamos de convertibilidad. Nuestra moneda tenía y sigue teniendo un valor fijo en dólares americanos. Pero hemos dispuesto que, a partir del día en que el euro se equipare a nuestra moneda, va a estar fijada al valor promedio entre el dólar y el euro. Y eso significa que el peso va a ser más estable con respecto al dólar y el euro. Y nos va a permitir relacionarnos muy bien con EE UU y con Europa.

P. ¿Pero, porqué ahora?

R. Había que hacerlo ahora para que desaparecieran dos expectativas desestabilizadoras. Una, que se origina en pronunciamientos que había hecho en 1999 el ex presidente Menem de avanzar hacia una dolarización completa. Lo que significaba hacer desaparecer al peso como moneda y que nos hubiera significado también una pérdida de 1.000 millones de dólares anuales, que es el interés que nosotros estamos obteniendo por las reservas que respaldan al peso. La otra expectativa era la devaluación, también muy negativa para Argentina. Con este reforzamiento y esta extensión de la convertibilidad quedan totalmente descartadas tanto la dolarización completa como la devaluación.

P. Usted ha reaccionado frente a Brasil, el socio poderoso del Mercosur, tomando medidas como la rebaja a cero del arancel externo común para la importación de bienes de capital. ¿Es una táctica que responde a los acontecimientos inmediatos o una estrategia con objetivos hasta ahora no conocidos de medio o largo plazo?

R. Por de pronto debo decirle que yo tengo una muy buena relación con el Gobierno de Brasil. Y no sólo yo, también el presidente De la Rúa y todo el Gobierno en conjunto. Yo he tenido algunas expresiones referidas a quienes están especulando en contra de Argentina en São Paulo, pero también están especulando en contra del país en Wall Street, en Londres y en distintos mercados, así que no tiene nada que ver con un conflicto entre Argentina y Brasil, sino con una actitud general de los especuladores. Y me interesa que los inversores directos de Argentina y del exterior tengan plena confianza en el futuro de Argentina.

P. El próximo martes se conocerá el dictamen de la comisión del Congreso sobre la gestión del presidente del Banco Central. Si el presidente le consulta a usted qué hacer, ¿recomendaría la destitución?

R. Antes de cualquier recomendación voy a leer el dictamen.

P. Usted nunca ocultó sus ambiciones presidenciales. En la última elección, con un partido de reciente creación como Acción por la República, logró el 10% de los votos. ¿Qué hará en 2003 si todo sale bien, apoyará la reelección de De la Rúa o competirá con él?

R. Estoy tan ocupado en que Argentina vuelva a crecer que no tengo tiempo de pensar en el año 2003.

El ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo.
El ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo.REUTERS

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