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El teatro Español deberá pagar 5,4 millones a Manuel Gallardo por despido improcedente

El actor fue apartado unilateralmente de la obra 'Eloísa está debajo de un almendro'

El Juzgado de lo Social número 8 de Madrid ha condenado al Ayuntamiento de Madrid, como propietario del teatro Español, a indemnizar con 5. 400.000 pesetas al actor Manuel Gallardo Lechet por haberle apartado unilateralmente de la representación de la obra Eloísa está debajo de un almendro. El juez José Manuel Yuste entiende que el Teatro Español debe abonar a Gallardo la citada cantidad por haber roto unilateralmente, el 22 de diciembre de 2000, el contrato que unía a ambas partes para el desarrollo de esa obra.

El juez sostiene que desde el momento en que Gallardo acudió al primer ensayo, el 5 de diciembre de 2000, se formalizó el vínculo laboral. Se basa el juez en el convenio colectivo que rige para el gremio de los actores, y que estipula que, una vez iniciados los trabajos de preparación de una obra, se entiende que aflora un vínculo laboral entre el empleador, el teatro Español, y el empleado, el actor Manuel Gallardo.

El juez recuerda que, entre 1997 y 2000, Gallardo ha trabajado como actor para el citado teatro. Ha intervenido en los montajes de Las mocedades del Cid (enero de 1997), La venganza de don Mendo (abril de 1997), El Guerrero del Antifaz (mayo de 1997), Los habitantes de la casa deshabitada (mayo de 1998), El tesoro (noviembre de 1998), Misión al pueblo desierto (septiembre de 1999), Cyrano de Bergerac (enero de 2000) y Don Juan Tenorio (octubre de 2000). El Consistorio, como propietario del teatro Español, paga los gastos de estas obras teatrales.

Los ensayos de Eloísa está debajo de un almendro empezaron el 19 de diciembre de 2000. Según el juez, a Gallardo se le dio el papel de Edgardo. Tres días después del comienzo de los ensayos, el director técnico del Español, José Luis Beltrán, llamó a su despacho a Gallardo y le comunicó que no acudiese a ningún ensayo más porque se iba a prescindir de él en esa obra.

El 21 de enero de 2001, el gerente del Español le comunicó la rescisión del contrato que mantenía con el teatro para colaborar en las obras que periódicamente se programaban. Según el juez, del hecho de haber participado Gallardo en los ensayos de Eloísa está debajo de un almendro se deduce que la empresa 'tenía intención de utilizarle' para la obra, lo que 'constituye un pacto laboral contractual y vinculante'. 'El contrato de trabajo existe desde que hay acuerdo entre las partes, y en este caso ello es evidente cuando se desarrollan los ensayos'.

Según el juez, un contrato de duración determinada, como en este caso, se extingue sólo cuando la obra se celebra o bien expira el plazo fijado para llevarla a cabo.

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Los testigos del teatro Español, el director técnico, el gerente y el propio director del teatro, Gustavo Pérez Puig, indicaron al juez que se prescindió de Gallardo para esa obra porque no era la persona adecuada para el papel. 'Esto significa, sin duda, una rescisión unilateral del contrato sin causa, lo que supone un incumplimiento de lo pactado'. Recuerda el magistrado que, cuando se aparta a un actor de una obra sin causa justificada, el convenio colectivo establece claramente que 'se le abonará la totalidad de las retribuciones [convenidas]'. 'La empresa siempre aduce que el actor no le gusta para el papel', dice la letrada que ha representado a Gallardo, Teresa Morel, abogada de la Unión de Actores; 'generalmente, en estos casos el fallo suele favorecer al actor y declarar improcedente el despido'.

Recurso

Morel aseguró que han recurrido la sentencia ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid porque la cuantía de la indemnización es inferior a lo que esperaban, 'teniendo en cuenta que es difícil desde esta parte cuantificar cuánto tiempo va a estar la obra en cartel'. Cuando este tribunal decida, aún cabe recurso de casación ante el Supremo por cualquiera de las dos partes, aunque, según la letrada, 'generalmente el Tribunal Superior dictamina de acuerdo con la sentencia de instancia en la mayoría de los casos'. Morel asegura que el viernes no constaba la entrada de ningún recurso de la empresa, por lo que está estudiando la posibilidad de retirar el propio.

Por su parte, Manuel Gallardo declaró sentirse satisfecho con la resolución judicial, pero recordó el recurso que pesa sobre ella. El actor interpreta que con esta sentencia 'es el Ayuntamiento el que va a pagar mi indemnización; es decir, los contribuyentes, entre ellos yo mismo', y continúa: 'Si un señor particular decide contratar y despedir a quien quiere, sin tener en cuenta a nadie en el Ayuntamiento, no sé por qué no paga él de su bolsillo la indemnización por despido improcedente, en vez de la corporación municipal', destacó.

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