Desalojado un hombre que acumuló 140 toneladas de basura en su casa
Antonio, El Rata, de 58 años, había acumulado tanta chatarra en el patio de su vivienda -una finca de la calle del Canal de Isabel II, número 6-, que tenía que entrar en casa por el estrecho túnel que quedaba entre la basura. Cada vez que salía traía un poco más. Nunca era suficiente. Revolvía en los contenedores y recogía todo tipo de desechos. Y así un año tras otro, hasta más de 30 acumulando chatarra de todo tipo. Sus vecinos, 'hartos de vivir junto a ese vertedero', denunciaron a Antonio ante el Ayuntamiento de San Sebastián de Los Reyes.
El hombre se negaba a dejar la chatarrería que consideraba su hogar. A pesar del rechazo generalizado, él tenía apego a toda aquella suciedad. El Consistorio, gobernado por una coalición tripartita entre el PSOE, IU e Izquierda Independiente, tomó cartas en el asunto y logró una autorización judicial para limpiar la finca.
Los trabajos comenzaron el 28 de febrero pasado y concluyeron dos semanas después. Catorce días para limpiar una labor recopilatoria de más de treinta años. El servicio de recogida tuvo que solicitar ayuda extraordinaria para realizar el trabajo y pidió una grúa y una excavadora para vaciar la vivienda.
Entre tanta basura había un coche -un Renault Gordini, de la década de los 60-, un motocarro -vehículo de tres ruedas-, una motocicleta Mobilette de las antiguas y mucho material de construcción como vigas de hierro o ladrillos.
El trabajo fue extenuante. Los operarios sacaron 140 toneladas de desechos de la finca de Antonio. Más de 40 camiones cargados hasta arriba. Los empleados se protegían del hedor con mascarillas y llevaban guantes especiales para evitar lesiones en las manos.
Antonio, que vivía solo, trabajó en la Fábrica de la Moneda, según explicaron ayer algunos de sus vecinos. En la finca tenía también un pequeño taller de soldadura. 'A ese hombre le debió de pegar un cortocircuito en la cabeza ya hace años', comentó ayer Pedro, un vecino suyo. 'Desde mi casa le veía entrar y salir, tenía que entrar en la casa de costado, porque la puerta no le abría de la mierda que tenía acumulada', añadió. 'Era un hombre raro. Pensaba que le iban a robar y cuando salía de casa colocaba unas bolsas con basura en la puerta, una encima de otra, muy ordenadas, para ver si le entraban en casa. Luego cerraba con un candado. ¡Fíjese, quien le iba a robar toda esa chatarra!'
'Un día me dijo que le vino a visitar un familiar suyo y le había robado medio litro de leche. No sé, pero a mí me da que no estaba bien de la cabeza', afirmó otra vecina. '¡Si lo único a lo que se dedicaba era a meter mierda y más mierda en su casa! No era normal, no', agregó.
Un portavoz municipal explicó ayer que Antonio 'hizo caso omiso' de los sucesivos requerimientos del Ayuntamiento para desalojar la vivienda y así poder limpiar el interior. El departamento de Disciplina Urbanística municipal inició un procedimiento judicial que duró varios meses y concluyó con el mandato judicial de desalojo.
Los psicólogos consideran la conducta de Antonio como una patología, y la denominan síndrome de Diógenes, según dijo un portavoz del Ayuntamiento. Dos operarios municipales trabajaban ayer con un pico y una pala en la limpieza del solar. 'Aquí se van a construir unas viviendas', comentó uno de ellos.
