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LA CRÓNICA
Columna
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El arte en la basura

- ¿De dónde son los cantantes? Los Hombres G van detrás de Napster. Hombres G / G-Men -donde G era la inicial de Gobierno- es como John Dellinger llamaba a la poli. Napster es una metáfora del sign of the time. Es una página en la red donde los usuarios de la página cuelgan sus canciones favoritas. Vas, subes a Napster y bajas las canciones que quieres. Por la cara. Todo ello tiene implicaciones fabulosas. Implicaciones fabulosas: 1) los derechos de autor desaparecen, de lo que se deduce que, también, desaparece el autor. 2) El personal no baja álbumes, baja canciones, lo cual explica que no sólo está desapareciendo el autor, sino la obra. Lo que queda es, pues, la micro-obra. Objetos redondos, mínimos, con significado perplejo, y con principio y final. Verbigracia: canciones. 3) La implicación es tal vez la más gaseosa, pero tal vez la más impactante. En Napster no están todas las canciones del mundo, sólo están las que sus usuarios cuelgan. Es decir, que el arte y el autor sólo son reconocidos por los usuarios del arte. Cuando alguien cree que algo se parece al arte / a una canción, lo cuelga en Napster, por ejemplo. También, snif, se puede argumentar que todo lo que se cuelga y se descuelga de Napster es mercado.

Viaje por el Napster, el lugar donde te subes y te bajas las canciones que quieres. Arte y mercado determinados por las preferencias colectivas. Es decir, variedades a go-go

- Sentimientos individuales colectivos. Lo que aquí sigue es un pequeño listado de canciones perplejas birladas en la red. Es decir, tamizadas por unas preferencias colectivas. Arte, o mercado, o las dos cosas. Es posible que el mercado igual tenga algo de sentimiento y opinión colectivos. Eso al menos decían los comunistas checos en el año 1968. En todo caso, no lo dicen los capitalistas checos de 2001. Bueno. Me estoy liando. Hay van unos diamantes encontrados en algo que puede ser la basura.

- Tácticas de otoño. Autumn tactics es una canción en plan música chill. Sobre un lecho de música contemporánea, una señorita canta algo que se va pareciendo cada vez al estribillo que canta. En su canción, de invierno, habla de verano. En plural de la primera persona. Dice que bailábamos detrás del sol, esperando las canciones del verano. Lo repite hasta que la frase suena mágica y comprendes que es una canción que añora y espera el verano, y que el verano no es el verano. Por ejemplo, en verano las plazas se llenan de jóvenes que esperan algo inconcreto. También se llenan de yonquis, que también esperan algo. De ello se deduce que la espera esa de los jóvenes en la plaza también tiene un gran componente de avidez inconcreta. Bueno. Es una canción triste con música alegre. Según mi hermano, esas son las más tristes. De lo que se desprende que cuando escuchas una canción sobre el otoño, escuchas una canción sobre el verano y, a su vez, a tu hermano. Cuando escuchas una canción, escuchas la tira de cosas. Para localizar el título y el autor, llamé a una radio. Al final, el DJ acabó tarareando la canción, a ver si era esa. Hasta el DJ, que tenía voz de DJ enrollado, le salió la voz triste, lo que puede indicar la magnitud de la tristeza de la canción.

- 'Ma quanto è bello andare in giro con le ali sotto ai piedi'. La primera vez que me hablaron de Luna-Pop, el grupo italiano que nos va a caer encima en los próximos meses, fue en Oblonga. Un grupo de chicos listos boloñeses, con juego de piernas y que hacen novelas de personaje colectivo escritas en colectividad, es decir, sin autor, me los definieron como [sic] 'unos Oasis para pobres'. Por la radio escuché su primer tema. Vespa special. Una canción de motos e inmortalidad juvenil. Cuando me ducho, la canto. Quizá es que uno es más joven en la ducha. O, por extensión, que la juventud es una ducha. He escuchado la versión en castellano. No vale un pito. Quizá las lenguas sólo pueden explicar la basura en su propio país. En Internet, sin países, tal vez será más lento identificar la basura.

- 'Oh yeah, si dice così, no?'. Me he encontrado en la red una versión del tema Che idea, del grande Pino d'Angio. En plan house. Bellísima. Los cantantes italianos son diferentes. Viven sin necesidad de subvenciones. Y les aterra ser el recipiente de los buenos sentimientos. De ahí cierto interés en crear objetos divertidos e incorrectos. Por aquí abajo se da la paradoja de que no sólo pagas con tus impuestos los bombardeos sobre Kosovo, sino tal vez las canciones chachis contra los bombardeos. Hasta otra, amiguitos.

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