La afluencia de turistas nacionales cayó en enero por séptimo mes consecutivo
La presencia de los viajeros nacionales se redujo un 3%, según los datos ofrecidos ayer por el Instituto Vasco de Estadística-Eustat. En total, el número de turistas que se alojaron en establecimientos hosteleros vascos en enero fue de 81.255, de los que 63.219 eran españoles. Disminuyeron las entradas de visitantes procedentes de Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía, mientras que aumentaron los que provenían de Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla-León y las de los propios vascos, que son los turistas más numerosos de Euskadi.
Entre los extranjeros, subieron los alemanes, franceses -los vecinos galos son los clientes más numerosos-, portugueses, holandeses y belgas.
En contra de lo que sucedía en los meses anteriores, la provincia que más ha acusado el descenso de visitantes ha sido Álava, donde el turismo ha caído un 5% global, cuando durante el año pasado logró mantener siempre cifras al alza. En Vizcaya la bajada ha sido más moderada, de un 1%, y Guipúzcoa ha logrado mantener estables sus cifras. Curiosamente, es en esta provincia donde, al contrario de lo que ocurre en los otros dos territorios, aumentaron los turistas de origen estatal (4%) y bajaron los extranjeros (un 16% menos).
Por su parte, las pernoctaciones han mejorado en un 1% los resultados de enero de 2000, pasando de 143.631 a 145.571. Este incremento ha permitido compensar el efecto negativo de la bajada de visitantes gracias a que la estancia medida de los viajeros alojados en los hoteles ha pasado de 1,74 días a 1,79. Los viajeros extranjeros son los que más contribuyen al aumento de las pernoctaciones con un 15%.
55.000 pesetas por viaje
El gasto medio de los turistas que llegaron de fuera de España a visitar el País Vasco se sitúa sobre las 55.000 pesetas por viaje, por debajo de la media a nivel nacional. Hay que tener en cuenta que las estancias en el resto de comunidades son más largas, con lo que el gasto también aumenta.
En cuanto a las casas de agroturismo, se registró un aumento de viajeros de un 10%, llegando a los 2.792. Las pernoctaciones también subieron (un 16%), mientras que la duración de la estancia media pasó de los 2,06 días de enero del año pasado a los 2,17 de éste. En este sector, la presencia de los extranjeros y sus pernoctaciones ha bajado, frente a la subida de los visitantes estatales. La tendencia es contraria a lo que sucede con el sector hostelero.
La pasada semana, el consejero de Industria y Turismo, Josu Jon Imaz, se enzarzó con la oposición en el Parlamento al achacar la bajada del turismo tanto al terrorismo como a la 'crispación política', de la que vino a responsabilizar a populares y socialistas. La ruptura de la tregua de ETA coincidió con el hecho de que el turismo descendiera en Euskadi el año 2000 por primera vez desde 1993. Aunque el Gobierno auguró que el número de visitantes iba a seguir creciendo, pese a los atentados, la realidad ha sido diferente. Ahora, el objetivo del Departamento de Turismo es recuperar la confianza de los visitantes. Para ello tiene previsto destinar este año casi 300 millones de pesetas a un plan específico para atraer viajeros y lograr que suba la estancia media.
