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ASTRONOMÍA | Telescopios

El sucesor del 'Hubble' será más pequeño de lo previsto

Los planes para el heredero del telescopio Hubble, el Next Generation Space Telescope (NGST), se están revelando demasiado ambiciosos. Un reciente estudio del equipo de ese futuro telescopio reconoce la necesidad de introducir cambios a la baja, como reducir el tamaño del espejo principal. La NASA ha cancelado por innecesaria, según el estudio, una misión de demostración planeada para el 2003, la Nexus.

El telescopio espacial Hubble lleva desde abril de 1990 dando vueltas a la Tierra a 600 kilómetros de altura. Seguirá haciéndolo otros nueve años y después cederá el puesto al NGST, en cuyo diseño trabajan ya las agencias espaciales estadounidense (NASA), europea (ESA) y canadiense (CSA).

Ya en los primeros estudios del NGST, en 1996, se admitía que el proyecto implicaba 'un gran desafío tecnológico', por ejemplo, el de un diseño completamente distinto a los telescopios espaciales que le precederán de aquí a su lanzamiento, en el 2009. Por eso en sus primerísimos esbozos el NGST tenía un espejo principal de sólo cuatro metros de diámetro, pero el año pasado la NASA ya hablaba de un espejo de ocho metros. Sería además desplegable: dividido en varios pétalos, se lanzaría plegado para que cupiera en la cofia del cohete y se abriría cuando el telescopio estuviera de camino a su órbita final. El equipo del NGST compara su trabajo con 'diseñar un barco dentro de una botella'.

Ningún telescopio espacial ha usado un espejo así, ni tan grande (el del Hubble tiene 2,4 metros). Además NGST observará en el infrarrojo, lo que impone más obstáculos: los instrumentos deben enfriarse a unos 240 grados bajo cero, y el propio espejo debe soportar cambios de temperatura de cientos de grados. Eso obliga a colocar el telescopio a millón y medio de kilómetros de distancia -lejos de la influencia de la Tierra y del Sol-, lo que impone severas restricciones de peso. El NGST debería pesar tres veces menos que el Hubble.

El pasado año, antes de publicar la convocatoria de ofertas para el contratista principal del telescopio la próxima primavera, el equipo del NGST emprendió una revisión detallada del proyecto. Contaban con dos límites: la fecha de lanzamiento -necesariamente antes del 2010 si no se quiere invertir en una nueva misión de reparación del Hubble-; y el coste económico de la misión.

Por ello los expertos han optado por 'relajar los requisitos acerca del diámetro, área colectora y temperatura del espejo principal', entre otras especificaciones. 'Una reducción modesta en el diámetro del espejo pueden redundar en una mayor dureza sin superar las restricciones de peso', señalan los expertos, que también sugieren operar a temperaturas no tan bajas. 'Esto permitirá hacer verificaciones en tierra mucho más completas [...], lo que reduce la necesidad de un experimento de validación en vuelo. La misión Nexus por tanto ha sido cancelada'.

Aunque extraoficialmente se habla de un espejo de seis metros o mayor, en el estudio los expertos no se comprometen a poner un límite máximo porque prefieren que sean los aspirantes a contratista principal los que propongan nuevas soluciones. Hasta el momento cinco industrias han construido ocho prototipos de espejos ultraligeros con diferentes tecnologías.

El NGST se considera un proyecto crucial para entender cómo se formaron las primeras galaxias y estrellas. También investigará la formación de sistemas planetarios, aunque no llegará a obtener imágenes directas de planetas extrasolares. La participación de la ESA y la CSA es de un 15% y un 5% respectivamente.

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