El PP exige a Chaves la destitución de Caballos para mantener 'unas relaciones fluidas' en el Parlamento
La actuación del PSOE en la denuncia contra el diputado popular Matías Conde, traerá consecuencias políticas y afectará a la relación entre ambos partidos. Así lo dijo ayer con claridad la presidenta del PP andaluz, Teófila Martínez, quien avanzó el veto de su partido a José Caballos como interlocutor del PP. Su destitución 'es lo mínimo' que debe hacer Chaves, dijo Martínez quien advirtió: 'Quiero decirle públicamente Chaves que está en su derecho de cesar o no cesar a Caballos, pero si quieren mantener unas relaciones fluidas en la institución parlamentaria con el PP de Andalucía, tiene que nombrar para relacionarse con nosotros a otro representante o a otro portavoz. No estamos dispuestos a hablar nunca más con un político capaz de poner en marcha una estrategia para linchar a un adversario político sin pruebas'. El PP, que califica este asunto como 'la calumnia más miserable de los últimos años', también exige a Caballos que diga 'si es verdad que actuó siempre de acuerdo con la dirección del partido socialista'. La petición de responsabilidades no se detienen en Caballos. Martínez le pidió a Chaves que ofrezca explicaciones claras sobre cuál ha sido la actuación de la dirección regional del PSOE. 'Yo quiere preguntarle a Chaves cómo califica el comportamiento de Caballos y el comportamiento de su partido durante siete días, porque yo la calificaría de repugnante'.
Martínez avisó: 'Caballos va a probar ahora el jarabe de palo que él ha dado a mucha gente durante muchos años. Un señor honorable no acusa a alguien sin pruebas'. Así, le pidió que asuma las mismas dimisiones que él reclamaba a Matías Conde.
Teófila Martínez, que leyó íntegramente su comparecencia ante los medios de comunicación, ayer, en la sede del PP de Cádiz, tildó a los socialistas de 'mafiosos' y 'fascistas', los acusó de actuar 'con falta de escrúpulos' y de comportarse como 'un grupo de marrulleros'. Yendo al fondo de la cuestión, Teófila Martínez dijo que este caso no es un hecho aislado, sino que es 'sólo el último episodio' de una estrategia preconcebida por el PSOE para 'amedrentar' a los cargos políticos, los simpatizantes y los militantes del PP en Andalucía, lo que lleva a cabo con el apoyo 'de algunos sectores' en los que PSOE 'tiene amplia influencia tras 20 años de gobierno' en la región. 'No vamos a dejar amenazarnos', añadió.
