_
_
_
_

El presidente de la Asamblea suspende el pleno por las protestas del público invitado por el PSOE

El presidente de la Asamblea, Jesús Pedroche, en una decisión sin precedentes, suspendió el pleno de ayer, después de que desde la tribuna de invitados se increpara al vicepresidente y consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés. Éste había responsabilizado a los residentes de un bloque de casas del Ivima situado en la calle de Timanfaya del mal estado de sus viviendas. Algunos de los vecinos, que habían sido invitados al pleno por el PSOE, reaccionaron con gritos e insultos a Cortés. Ante el escándalo formado, Pedroche optó por suspender la sesión. El portavoz del PP, Miguel Ángel Villanueva, acusó al PSOE de provocar los incidentes. Para los socialistas, lo de ayer prueba que hay un 'deslizamiento antidemocrático'.

Más información
Una protesta del público causa la primera suspensión del pleno de la Asamblea desde su creación, en 1983

Alguien, desde la tribuna de invitados de la Asamblea, se dirigió a voces hacia el vicepresidente del Gobierno, Luis Eduardo Cortés -'¡eso es mentira!'-. Luego, los gritos llenaron la sala. El consejero respondía a una pregunta del diputado socialista Antonio Fernández Gordillo sobre las deficiencias que presentaban unas viviendas del Ivima en Moratalaz. Cortés había empezado diciendo que 'todas las viviendas tienen desperfectos, la suya, la mía y cualquiera' -primeros murmullos-. Y luego había achacado el deterioro al trato que daban los propios vecinos a los inmuebles.

El vicepresidente echó mano de un informe que recogía impactos de bala en los portales, de salones convertidos en almacenes de chatarra, de comedores en los que se encendían fogatas, de barandillas arrancadas de cuajo... Apenas pudo concluir. La tribuna de invitados se convirtió en un guirigay y los vecinos dejaron caer sus iras sobre él. Más tarde se quejarían de que, además de ocuparse de todos los arreglos ante la desidia de la Administración, se habían visto obligados a soportar 'el sarcasmo' de que Cortés comparase su casa con la de ellos e insinuara que eran unos 'salvajes'.

Por dos veces había advertido ya el popular Jesús Pedroche de que los invitados no podían interrumpir, ni con aplausos ni con palabras, la sesión. Y por dos veces amenazó con suspender el pleno. La primera, cuando, ante una respuesta de la consejera de Servicios Sociales, Pilar Martínez, el público invitado exhibió, entre gritos, unos folios con la leyenda 'Colegio y prisión juntos, no'. Se trataba de los padres de alumnos del colegio San Fernando, que llevan semanas movilizándose en contra de la ubicación del reformatorio El Pinar en el mismo recinto escolar.

Cuando Pedroche mandó desalojar la tribuna de invitados y anunció que se suspendía la sesión, los diputados pensaron que era un descanso hasta que el presidente, Alberto Ruiz-Gallardón, llegara a la Asamblea. Su retraso estaba pactado entre los grupos y nada hacía presagiar que la suspensión fuera definitiva. Lo fue.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Luego llegarían los reproches de unos y de otros. El portavoz popular, Miguel Ángel Villanueva, habló de 'la desvergüenza política' de los socialistas y les acusó de incitar al público -al que el PSOE reconoció haber invitado- para ganar en el escándalo y el tumulto lo que no eran capaces de conseguir en el debate. Villanueva incluso hizo notar que IU, 'que es más de izquierdas', nunca había utilizado los métodos que últimamente empleaban los socialistas, llevando el alboroto a la Asamblea. 'El PSOE', argumentó, 'perdió las elecciones porque los madrileños no quisieron votarles. Ahora conmino a Pedro Sabando a que pida perdón no a esta Cámara, sino a los madrileños, porque ha desprestigiado a esta Asamblea'.

Pero Sabando no estaba por pedir perdón a nadie. Entre otras cosas, porque consideraba que la responsabilidad de lo ocurrido en el pleno había que anotársela, en concreto, al presidente de la Asamblea, Jesús Pedroche, por tomar la decisión. Y, afinando más, señaló que el origen de todo había que cargarlo sobre las espaldas de Cortés, que había 'insultado y provocado a los invitados'.

En su opinión, lo de ayer fue 'algo inaceptable'. 'Hoy', dijo, 'es un día triste para la Asamblea'. El portavoz del PSOE-Progresistas recordó que durante el Gobierno socialista de Joaquín Leguina jamás se había producido algo tan grave como la suspensión definitiva de un pleno. 'Y eso', afirmó, 'que hubo incidentes mucho más graves y hasta violentos'.

Ángel Pérez, portavoz de IU, no encontró tampoco motivos para la suspensión, aunque ya había encontrado -dijo- tensión y 'aumento de autoritarismo en la Asamblea'. Tachó de exagerada la actitud de Pedroche y, en contra de los argumentos del Grupo Popular, afirmó que había medios suficientes para mantener el orden en el Parlamento antes de recurrir al cese de su actividad.

Anoche se reunía de urgencia la Mesa de la Asamblea. Y la reunión de portavoces que se celebró a continuación servía para dar más de lo mismo. Mientras Sabando insistía en la gravedad de lo que calificaba como 'deslizamiento antidemocrático', el portavoz del PP destacaba la prudencia del presidente de la Cámara. Villanueva subrayó que Pedroche se había limitado a suspender la sesión, cuando, en uso de las facultades que le da el reglamento, podía haber llamado a la fuerza pública, poniendo a disposición judicial a los que habían interrumpido el pleno.

En otras cosas sí coinciden todos. Ayer, la Asamblea se unió en el recuerdo a la diputada socialista Pilar García Peña, recientemente fallecida. Pedroche y Sabando tuvieron cariñosas palabras para la compañera desaparecida.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_