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La Guardia Civil cree que el tiroteo contra el magrebí de Tolox fue por diversión

Intervenida una escopeta al detenido por los disparos de Tolox

La Guardia Civil sospecha que los tres cazadores que tirotearon a un inmigrante indocumentado en noviembre en un coto privado de Tolox (Málaga) actuaron por diversión. Los agentes intervinieron ayer en el domicilio del único detenido por su presunta implicación en los hechos, un albañil de 27 años, una escopeta, una cazadora y una gorra, la indumentaria que supuestamente portaba el presunto homicida. El detenido, localizado por un retrato robot, ha negado los hechos. Los investigadores siguen buscando a los posibles cómplices. La versión ofrecida por la víctima a la Guardia Civil y que ha desencadenado la actuación es escalofriante. El inmigrante, de unos 18 años de edad, intentaba pasar inadvertido a través de un coto.Un agricultor vecino de la zona proporcionó al inmigrante leche, queso y pan antes de que sucedieran los hechos, que se registraron poco después, cuando la víctima del tiroteo de Tolox vio a tres cazadores. Los saludó y siguió su camino. Una vez que se había alejado unos 15 metros escuchó comentarios y risas entre ellos, giró la cabeza y le dio tiempo a ver cómo comenzaban a disparar contra él.

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En su carrera fue alcanzado por tres impactos: dos de perdigones, que le hirieron en la espalda y en la pierna, y un tercero, de postas, que también dio de lleno en una de sus extremidades. El herido logró arrastrarse unos 500 metros hasta la entrada de una casa de campo abandonada, donde fue localizado horas después por un guarda forestal que cuida la zona y que lo trasladó a un centro sanitario. Según fuentes de la investigación, las lesiones que presentaba hubieran sido mortales de no mediar su traslado al hospital.

Retrato robot

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Este magrebí, que se encuentra en situación de testigo protegido, logró facilitar algunos rasgos de uno de sus agresores con los que se confeccionó un retrato robot del sospechoso.

El Grupo de Delitos contra las Personas de la Guardia Civil, el mismo que intervino en la investigación de los asesinatos de las jóvenes Ana Elena Lorente y Rocío Wanninkhof, estrechó el cerco entre los cazadores de la zona y acabó deteniendo a Sebastián R., una persona a la que la víctima ha reconocido hasta en dos ocasiones por fotografías.

El alcalde de Tolox, el popular Juan Mesa, que preside la sociedad propietaria del coto de caza donde ocurrieron los hechos, reconoció ayer que la zona es frecuentada por inmigrantes sin papeles que buscan una salida a través de la sierra para llegar a la zona oriental de la península.

El detenido, un obrero de la construcción que trabaja habitualmente en Marbella, permanecía ayer internado en las dependencias del arresto municipal de Coín, a la espera de pasar a disposición del juzgado de esta localidad, donde está previsto que se practique una rueda de reconocimiento.

Los agentes registraron ayer la vivienda del arrestado, acusado de un supuesto delito de homicidio en grado de tentativa, en presencia del detenido. Los agentes intervinieron una escopeta de caza, con la que podrían haberse efectuado los disparos, varias bolsas con enseres personales y otras prendas.

La noticia de que todavía se busca a dos cazadores ha provocado cierta inquietud en esta localidad de unos 2.500 habitantes, de los que un centenar practican habitualmente esta actividad cinegética.

La detención del albañil también sorprendió en la localidad por ser 'un chico bien visto', según aseguró el teniente de alcalde, Juan Vera.

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