El reformatorio de El Pinar tendrá un acceso directo que lo aísle del instituto San Fernando

El consejo escolar del instituto San Fernando ha logrado que se cumpla una de sus reivindicaciones: el nuevo reformatorio de El Pinar, ubicado en la misma Ciudad Escolar que el citado centro, dispondrá de un acceso directo que aísle sus entradas y salidas. Además, el consejo negocia con el Gobierno regional que sus alumnos puedan estudiar el primer ciclo de la ESO (de 12 a 14 años). Ayer, Javier Urra, defensor del Menor de la Comunidad, intermedió en la negociación y logró arrancar el compromiso de la Consejería de Educación y de la de Servicios Sociales de que estudiarán el tema.

'Creo que tanto el aislamiento del reformatorio como la petición de que San Fernando tenga ESO son dos reivindicaciones que se pueden y deben cumplir', afirmó Urra. Cerca de 800 alumnos del instituto protestaron ayer por la ubicación del centro de internamiento, situado en el kilómetro 12 de la carretera de Colmenar Viejo.

Los nueve menores trasladados a El Pinar desde la prisión de Alcalá-Meco en aplicación de la nueva Ley del Menor -que obliga a llevar a centros de reinserción, y no a la cárcel, a los delincuentes de 16 y 17 años- comenzaron ayer con su programa de actividades. La directora del centro, Florencia Pozuelo, explicó que durante estos primeros días de internamiento los educadores han mantenido reuniones individualizadas con los jóvenes para analizar su situación y determinar sus 'carencias, intereses y motivaciones'. El Pinar está dirigido por la Asociación Cicerón, una entidad sin ánimo de lucro de carácter privado con la que ha firmado un convenio el Gobierno regional. Cicerón lleva un año en funcionamiento y carece de experiencia de gestión en reformatorios, aunque cuenta en sus filas con profesionales que sí han trabajado en centros penitenciarios.

Cuatro áreas

El proyecto educativo que tiene previsto poner en marcha Cicerón contempla cuatro áreas de intervención. La primera será educativa-formativa, con actividades escolares y ocupacionales relacionadas, entre otros asuntos, con la hostelería, la carpintería y la pintura. Otra área contempla el desarrollo personal y hará posible la participación de los chavales en programas de 'solución de conflictos, o cómo enfrentarse a una solicitud de trabajo'. El área deportiva y de educación para la salud contará con la participación directa de un equipo médico e implicará a los menores, además de en el mundo del deporte, en los hábitos de higiene, alimentación y aseo, y en la prevención de drogodependencias. La cuarta área contiene actividades culturales, como la puesta en marcha de un taller de radio y de una revista y la interpretación teatral.

La directora de El Pinar insistió en que el enfoque fundamental de este centro es 'el proyecto educativo'. Pozuelo asegura que, tras estas primeras horas de convivencia, ya se han obtenido algunas conclusiones, como la existencia de un líder clarísimo: 'Lo tenemos identificado, y hemos comprobado cómo hacen lo que él dice', explica.

El nivel de educación de los menores, según la directora de El Pinar, es muy bajo. Muchos de ellos ya han expresado su deseo de aprender castellano, por lo que a partir de hoy comenzarán a impartirse clases de una hora de duración. Ocho de los nueve jóvenes de El Pinar son magrebíes, y otro nació en el Reino Unido.

Por otra parte, los dos nuevos juzgados de Menores de la región entraron ayer en funcionamiento. Situados en las dependencias del número 52 de la Gran Vía -donde también está el Juzgado Central de Menores de la Audiencia Nacional-, estos juzgados se suman a los cuatro ya existentes. Fernando Fernández Martín, juez decano de la Audiencia de Madrid, reclamó la unificación de los seis juzgados de menores en una sola sede, que, explicó, podría compartir con la Sección de Menores de la Fiscalía de Madrid equipos técnicos y de apoyo y los grupos especializados de la Policía Nacional y la Guardia Civil.