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AGITACIÓN EN EL PANORAMA ECONÓMICO

Las empresas estadounidenses crean menos empleos y anuncian peores resultados

Las bolsas de Nueva York cerraron la jornada de ayer con una fortísima tendencia a la baja, arrastradas por los anuncios de una treintena de empresas, que aseguraron que tendrán peores resultados de lo esperado, y por los datos sobre la disminución de la creación de empleo y de las horas trabajadas. El índice Dow Jones retrocedió un 2,29% y el Nasdaq, en el que cotizan los principales valores tecnológicos, cayó un 6,20%.

La información de que esas 30 empresas de todo tipo, desde grandes almacenes a firmas de telecomunicaciones, empeoraban sus resultados se unió a otras facilitadas los últimos días acerca de una sensible disminución de las ventas en diciembre, que ha sido el peor mes de los últimos cinco años.

Más información
Una treintena de empresas de EE UU anuncia peores resultados de los previstos

Otros datos que contribuyeron a los temores sobre un enfriamiento de la economía fueron los relacionados con la situación laboral, ya que, aunque la tasa de paro se mantuvo en un 4%, la creación de empleo fue la más baja de los últimos cuatro meses y el promedio de horas trabajadas disminuyó.

Fin de la euforia

El retroceso de ayer se produjo después de que el miércoles se registrara una sesión con un espectacular alza, que llevó al Nasdaq a marcar la subida más alta de la historia en un solo día, un 14,17%. Esa subida estuvo relacionada con el sorprendente anuncio de la Reserva Federal de Estados Unidos (banco central) de recortar el precio del dinero medio punto y dejar los tipos de interés en el 6% desde el 6,5%. Ya entonces, la mayoría de los analistas y observadores había indicado que el recorte por sí solo no serviría para estimular la economía de forma inmediata y recuperar la confianza de los inversores, muchos de los cuales tuvieron graves pérdidas durante el año 2000.

Las bolsas europeas, tras registrar el jueves fuertes alzas por el efecto del recorte de los tipos, se vieron contagiadas por el renacer del pesimismo de Nueva York, aunque consiguieron mantenerse. La Bolsa de Madrid retrocedió un 0,14%; Londres, un 0,2% y París, un 1%. Francfort logró un ligero repunte del 0,09%.

La cifra del paro estadounidense de diciembre fue mejor de lo que esperaban los analistas (4,1%), pero no lo suficientemente tranquilizadora para inyectar entusiasmo en Wall Street. La tasa de desempleo sigue en uno de sus niveles más bajos de los últimos 30 años, pero en el último mes de 2000 la empresa privada creó apenas 49.000 puestos de trabajo, frente a los 111.000 del mes anterior. Si se incluye el empleo creado por las administraciones públicas, entonces el aumento es claro. Entre los sectores público y privado se crearon 105.000 empleos, 59.000 más que en el mes de noviembre. En un país como Estados Unidos, es de vital importancia la cantidad de empleo que crea el sector privado. La disminución de éste en diciembre es lo que inquietó a los inversores y lo que confirma la desaceleración de la economía estadounidense.

La creación de empleo de las empresas en diciembre ha sido la más baja desde agosto de 2000. No obstante, ese mes veraniego no es el mejor para comparar, ya que la estacionalidad siempre causa una disminución en las cifras.

Además, el número de horas trabajadas cayó al mínimo nivel desde enero de 1996. En aquella ocasión fueron factores meteorológicos (una tormenta de hielo y nieve que paralizó el Noreste del país) los que provocaron el descenso de horas de trabajo, mientras que ahora los motivos han sido puramente económicos. La remuneración por hora creció un 0,4%, lo que reaviva los temores a un ligero repunte de la inflación. Si la Reserva Federal teme que la inflación no pueda contenerse, será más reticente a bajar los tipos de interés a corto plazo, justamente lo que los inversores esperan para evitar un brusco descenso de la actividad económica.

El dato del paro en EE UU era muy esperado por los inversores porque se sabía que iba a conocerse ayer. Lo que no se esperaban era el flujo de malas nuevas de las empresas estadounidenses respecto a sus perspectivas de beneficios. Esto fue lo que realmente hundió la bolsa.

Bank of America tuvo que salir al paso de los rumores sobre sus cuantiosas pérdidas en Estados Unidos y en Europa, lo que no impidió que sus acciones perdieran casi el 8%. Nordstrom, una de las principales cadenas de grandes almacenes del país, anunció que no cumpliría sus cálculos de finales de año, lo que también le provocó una caída en bolsa del 8%. Se sumaba así a otros grandes almacenes, como Wal-Mart, y la popular cadena de joyerías Tiffany's, que el pasado jueves anunciaron mediocres resultados.

Despidos masivos

La prueba más palpable de que ésta es una de las peores temporadas de ventas navideñas de los últimos años la ha aportado Sears, la segunda cadena comercial del país, que ha anunciado el despido de 2.400 trabajadores.

La tercera compañía aérea, Delta Airlines, anticipó unas pérdidas de entre 65 y 75 millones de dólares en sus resultados del último trimestre. Delta achacó sus problemas a las numerosas cancelaciones navideñas por el temporal que se abatió sobre Estados Unidos en las últimas semanas del pasado mes. Bausch & Lomb, el número tres de la óptica en Estados Unidos, también aseguró que tendría malos resultados.

A estos anuncios se sumaron el banco de inversiones JP Morgan y otros bancos más pequeños, como Capital One Financial Corp., Providian Corp. y el archiconocido Wells Fargo.

Queda por saber cuál será la actitud del nuevo presidente estadounidense, el republicano George Bush, que ocupará la Casa Blanca a partir del próximo 20 de enero. Aunque Bush aprobó la medida de Greenspan como la confirmación de sus malos augurios sobre la situación económica, también anunció a finales de esta semana su intención de acelerar su cuantioso plan de reducción de impuestos (un recorte de 1,3 billones de dólares en los próximos 10 años) para frenar la desaceleración económica del país.Las bolsas de Nueva York cerraron la jornada de ayer con una fortísima tendencia a la baja, arrastradas por los anuncios de una treintena de empresas, que aseguraron que tendrán peores resultados de lo esperado, y por los datos sobre la disminución de la creación de empleo y de las horas trabajadas. El índice Dow Jones retrocedió un 2,29% y el Nasdaq, en el que cotizan los principales valores tecnológicos, cayó un 6,20%.

La información de que esas 30 empresas de todo tipo, desde grandes almacenes a firmas de telecomunicaciones, empeoraban sus resultados se unió a otras facilitadas los últimos días acerca de una sensible disminución de las ventas en diciembre, que ha sido el peor mes de los últimos cinco años.

Otros datos que contribuyeron a los temores sobre un enfriamiento de la economía fueron los relacionados con la situación laboral, ya que, aunque la tasa de paro se mantuvo en un 4%, la creación de empleo fue la más baja de los últimos cuatro meses y el promedio de horas trabajadas disminuyó.

Fin de la euforia

El retroceso de ayer se produjo después de que el miércoles se registrara una sesión con un espectacular alza, que llevó al Nasdaq a marcar la subida más alta de la historia en un solo día, un 14,17%. Esa subida estuvo relacionada con el sorprendente anuncio de la Reserva Federal de Estados Unidos (banco central) de recortar el precio del dinero medio punto y dejar los tipos de interés en el 6% desde el 6,5%. Ya entonces, la mayoría de los analistas y observadores había indicado que el recorte por sí solo no serviría para estimular la economía de forma inmediata y recuperar la confianza de los inversores, muchos de los cuales tuvieron graves pérdidas durante el año 2000.

Las bolsas europeas, tras registrar el jueves fuertes alzas por el efecto del recorte de los tipos, se vieron contagiadas por el renacer del pesimismo de Nueva York, aunque consiguieron mantenerse. La Bolsa de Madrid retrocedió un 0,14%; Londres, un 0,2% y París, un 1%. Francfort logró un ligero repunte del 0,09%.

La cifra del paro estadounidense de diciembre fue mejor de lo que esperaban los analistas (4,1%), pero no lo suficientemente tranquilizadora para inyectar entusiasmo en Wall Street. La tasa de desempleo sigue en uno de sus niveles más bajos de los últimos 30 años, pero en el último mes de 2000 la empresa privada creó apenas 49.000 puestos de trabajo, frente a los 111.000 del mes anterior. Si se incluye el empleo creado por las administraciones públicas, entonces el aumento es claro. Entre los sectores público y privado se crearon 105.000 empleos, 59.000 más que en el mes de noviembre. En un país como Estados Unidos, es de vital importancia la cantidad de empleo que crea el sector privado. La disminución de éste en diciembre es lo que inquietó a los inversores y lo que confirma la desaceleración de la economía estadounidense.

La creación de empleo de las empresas en diciembre ha sido la más baja desde agosto de 2000. No obstante, ese mes veraniego no es el mejor para comparar, ya que la estacionalidad siempre causa una disminución en las cifras.

Además, el número de horas trabajadas cayó al mínimo nivel desde enero de 1996. En aquella ocasión fueron factores meteorológicos (una tormenta de hielo y nieve que paralizó el Noreste del país) los que provocaron el descenso de horas de trabajo, mientras que ahora los motivos han sido puramente económicos. La remuneración por hora creció un 0,4%, lo que reaviva los temores a un ligero repunte de la inflación. Si la Reserva Federal teme que la inflación no pueda contenerse, será más reticente a bajar los tipos de interés a corto plazo, justamente lo que los inversores esperan para evitar un brusco descenso de la actividad económica.

El dato del paro en EE UU era muy esperado por los inversores porque se sabía que iba a conocerse ayer. Lo que no se esperaban era el flujo de malas nuevas de las empresas estadounidenses respecto a sus perspectivas de beneficios. Esto fue lo que realmente hundió la bolsa.

Bank of America tuvo que salir al paso de los rumores sobre sus cuantiosas pérdidas en Estados Unidos y en Europa, lo que no impidió que sus acciones perdieran casi el 8%. Nordstrom, una de las principales cadenas de grandes almacenes del país, anunció que no cumpliría sus cálculos de finales de año, lo que también le provocó una caída en bolsa del 8%. Se sumaba así a otros grandes almacenes, como Wal-Mart, y la popular cadena de joyerías Tiffany's, que el pasado jueves anunciaron mediocres resultados.

Despidos masivos

La prueba más palpable de que ésta es una de las peores temporadas de ventas navideñas de los últimos años la ha aportado Sears, la segunda cadena comercial del país, que ha anunciado el despido de 2.400 trabajadores.

La tercera compañía aérea, Delta Airlines, anticipó unas pérdidas de entre 65 y 75 millones de dólares en sus resultados del último trimestre. Delta achacó sus problemas a las numerosas cancelaciones navideñas por el temporal que se abatió sobre Estados Unidos en las últimas semanas del pasado mes. Bausch & Lomb, el número tres de la óptica en Estados Unidos, también aseguró que tendría malos resultados.

A estos anuncios se sumaron el banco de inversiones JP Morgan y otros bancos más pequeños, como Capital One Financial Corp., Providian Corp. y el archiconocido Wells Fargo.

Queda por saber cuál será la actitud del nuevo presidente estadounidense, el republicano George Bush, que ocupará la Casa Blanca a partir del próximo 20 de enero. Aunque Bush aprobó la medida de Greenspan como la confirmación de sus malos augurios sobre la situación económica, también anunció a finales de esta semana su intención de acelerar su cuantioso plan de reducción de impuestos (un recorte de 1,3 billones de dólares en los próximos 10 años) para frenar la desaceleración económica del país.

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