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El Congreso aprueba la revalorización de las pensiones sin detallar cómo se va a pagar

El Gobierno ha decidido que la paga extra a los pensionistas por la desviación del IPC se cargue a los Presupuestos de este año y no a los del próximo, como era la norma habitual. Son 177.000 millones de pesetas que primero el Senado y ayer mismo el Congreso aprobaron dentro de los Presupuestos del año próximo sin saber dónde y cómo se van a financiar; es decir, sin la correspondiente cobertura presupuestaria. El PSOE lo denunció ayer durante el debate en el Congreso y unas horas después el Ministerio de Trabajo aclaró que la paga se hará con cargo al superávit de la Seguridad Social del año 2000.

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Nadie puso ayer en duda que la paga a los pensionistas para cubrir el incumplimiento del objetivo de inflación se va a abonar cuando está previsto por ley; es decir, antes del próximo 1 de abril. Pero los pasos que ha dado el PP para aprobar la norma correspondiente primero en el Senado y luego en el Congreso, revelan un uso bastante flexible de las cuentas públicas. El asunto arranca el pasado 14 de diciembre, cuando se dio a conocer el Índice de Precios al Consumo (IPC) del pasado mes de noviembre. Fue un 4,1%, cuando el Gobierno había previsto a principios de año un 2%. A los ocho millones de pensionistas se les había subido ese 2%, así que el Gobierno les adeuda 2,1 puntos que se consolidan en la nómina del año próximo; en total, 355.000 millones de pesetas.

Cuando se conoció el dato del IPC, los Presupuestos de 2001 y la Ley de Acompañamiento acababan su trámite en el Senado. El Gobierno, a través del PP, envió una enmienda que fue respaldada por todos los grupos. Pero esa enmienda se aprobó casi en el aire, ya que sólo estaba prevista una desviación de 135.000 millones.

Ayer, los Presupuestos llegaron al Congreso sin contemplar ese nuevo gasto (sólo varían ingresos y pagos por valor de 17.025 millones) y la oposición reaccionó indignada. El portavoz del PSOE en ese trámite, Francisco Fernández Marugán, dijo en la tribuna: "Jamás se nos habían presentado unos Presupuestos tan falsos como éstos". Explicó que el hecho de tener que afrontar un mayor gasto en pensiones no contemplado "volatiliza" el objetivo del equilibrio presupuestario.

Los Presupuestos y la Ley de Acompañamiento recibieron después el visto bueno definitivo del Congreso, con el apoyo del PP, CiU y CC. Acto seguido, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, explicó fuera del hemiciclo que el Gobierno estaba estudiando la posibilidad de que parte de ese nuevo gasto en pensiones se contabilizara en los Presupuestos del año 2000. Esa parte es la que cubriría la paga extra por la desviación del IPC (177.000 millones) y la otra parte, la consolidación (178.000 millones) iría al año 2001.

Horas más tarde, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Gerardo Camps, aseguraba que ya estaba decidido ese reparto contable. Es decir, que sin previo aviso se encontraba acomodo a cientos de miles de millones, en previsión de que el año próximo -el del déficit cero- no resulte tan sobrado de ingresos como éste.

Hasta ahora, la paga se había imputado al año anterior al que se abonaba y es posible que, para presentar unas buenas cifras de déficit también en el año 2000, se revisen las cuentas para atrás de acuerdo a este nuevo criterio. Esa revisión ya se ha hecho con los intereses de la deuda y es lo que ha permitido presentar unas cifras más saneadas los dos últimos años.

Además de los Presupuestos aprobados ayer, el Congreso dio el visto bueno a la Ley de Acompañamiento. En ella se ha incluido, como novedad que la rebaja del 50% en el impuesto de matriculación para familias numerosas se amplía a los todoterrenos.

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